ARGENTINOS MANDA EN LA PATERNAL

Arriba: los Bichitos festejan el título del torneo de verano: vencieron a Allende 5 a 0. Abajo: los incidentes del final no alcanzaron a empañar una final ejemplar.

Argentinos 5-Allende 0
Goles: PT 3’ Rossi; 7’ Vatter; y 12’ Vatter. ST 2’ Candeloro y 6’ Rossi.

Argentinos se dio el gusto de festejar por primera vez un campeonato de verano en su casa. En las tres ediciones anteriores, no lo había logrado (fue subcampeón en dos oportunidades). Pero esta vez, superó con absoluta claridad a Allende y dio la vuelta olímpica en el Globo. El trámite del partido tuvo un único dueño y ese fue el equipo de Coronel. Su rival, no se acercó siquiera a la gran producción que en la semifinal tuvo ante 17 de Agosto, y cayó sin atenuantes.
Con el encuentro recién empezado, Argentinos consiguió ponerse en ventaja, algo que le permitió afrontar con tranquilidad el resto del cotejo. Firme en el fondo y con un importante volumen de gestación, en la zona de definición la explosión de Vatter y Rossi aportaron la cuota de desequilibrio que su rival jamás pudo contrarrestar. El 3-0 con el cual se fueron al descanso fue el preanuncio de que sería muy difícil despojar a los Bichitos de la victoria.
Allende fue en busca del milagro en el complemento, pero una excelente jugada de Candeloro terminó con la pelota en la red, y el tempranero 4-0 implicó un golpe de nocaut para los tricolores. Ya a los 6’ Rossi marcó el quinto y definitivo tanto, y en los minutos que quedaban Argentinos se dedicó a regular el trámite con calma, mientras Allende (al que de todas formas hay que destacar por un meritorio segundo puesto) no hizo más que seguir chocando contra una defensa a la que nunca pudo vulnerar.

Tumulto al final
Apenas los árbitros pitaron el término del encuentro, se generó un tumulto entre jugadores de ambos equipos. Los de Allende, estaban indignados, a raíz de algún lujo considerado innecesario de parte de ciertos rivales, el caso de Caro y Candeloro. Afortunadamente, como la mayoría pretendía separar, el incidente no pasó a mayores. El árbitro Viñas, cuya tarea también fue clave para reinstalar la paz, apartó a Caro a un costado y le dio un tironcito de orejas: “Ese caño que tiraste al final, tendrías que hacerlo también si tu equipo va perdiendo”.