septiembre 27, 2018

CUANDO NUESTRO DIRECTOR NO HABLA DE FUTSAL

 
A Pablo Wildau también se le da por escribir otras cosas, más allá de lo que sucede en nuestra actividad. Y como es el director, no nos queda alternativa que publicárselas...

Una institución absolutamente relacionada al rugby y al hockey, en nuestros días, tiene sus orígenes en el fútbol. No es el primer caso donde esto sucede, pero sí se trata de uno de los ejemplos más emblemáticos del pasaje de un deporte a otro, en tiempos en que ambos se encontraban mucho menos separados de lo que están en este siglo.
El Belgrano Athletic Club, quizás no tanta gente lo sepa, fue un entusiasta competidor en los torneos futbolísticos cercanos a la fundación que tiene a los ingleses como agentes casi exclusivos. También fue protagonista del primer gran clásico del fútbol argentino: Alumni-Belgrano. Si bien el historial es ampliamente favorable al conjunto de los hermanos Brown, el BAC se dio el gusto de ser campeón en dos oportunidades, interrumpiendo esas dos veces (en 1904 y 1908) la espectacular serie triunfal que llevaba el Alumni y que culminó en 1911, con la disolución del célebre conjunto rojiblanco.
Previamente a esas dos vueltas olimpicas, Belgrano había dado otra, en 1899, por lo que totaliza tres títulos (y además, otros tres campeonatos con sistema de Copa)  logrados en la era amateur de nuestro país. Una era amateur que hasta no hace mucho tiempo estaba vista con cierto menosprecio, pero que afortunadamente ha vuelto a ser valorada gracias al periodismo especializado, incluso siendo sus campeones puestos por la AFA de hoy, a la misma altura que los que ya integraban el cuadro de honor desde la llegada del profesionalismo en 1931.

El BAC se fundó en 1896, siendo su denominación original Saint Lawrence. Es que así (San Lorenzo) se llamaba la calle del barrio de Belgrano en la que nació. Pocos meses después le cambiaron su nombre por el actual, con el objetivo de conseguir una mayor identificación con el barrio. Siempre en el mismo año, aconteció la fusión con el Buenos Aires and Rosario A. C, un club de empleados de ferrocarril cuyas instalaciones se encontraban en Virrey del Pino y Superí. Esos terrenos pasaron a formar parte del activo de la institución fusionada y hasta nuestros días, el BAC tiene allí su coqueto estadio de tribuna techada que utilizado para intervenir en los torneos de rugby de la URBA.
A muy pocas cuadras, se levanta el Buenos Aires English Hig School, que no es otro que el colegio donde fue plantada la semilla del inconmensurable Alumni, de allí, el surgimiento de aquel clásico barrial con connotaciones completamente distintas a las rivalidades de este siglo.
A medida que los años se acumulaban, los vicios de un profesionalismo cada vez más marcado, fueron relegándolo, así cómo también habían provocado la automarginación de Alumni en 1911. En 1916, Belgrano sufrió su primer descenso. Compitió una par de temporadas más en Intermedia, y en 1920 tuvo lugar su retiro definitivo del fútbol y el pasaje a los certámenes de pelota ovalada, actividad que también practicaba de manera simultánea.
De aquella decisión, dentro de poco, se cumplirán cien años.

Foto: el equipo del BAC, campeón de la Tie Cup de 1900.


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