"Mi año en lo deportivo fue muy bueno y rico. Consegui, como todos los años que pasan, tener mayor experiencia, enfocarme en algunos aspectos en los que a nivel personal queria trabajar. Los resultados deportivos no se dieron pero el trabajo fue duro y bien reconocido por quienes estuvieron día a día viendolo en Brown. Y por sobre todo, reconocido por los jugadores, a quienes me debo", apunta Washington Barrios.
Por segundo año consecutivo, los de Adrogué sufrieron la desafiliación y días atrás se produjo la desvinculación de quien había sido su entrenador en la presente temporada. "Decidí dar un paso al costado por cuestiones meramente deportivas. No conseguimos el objetivo (la no desafiliación) y como soy alguien que tiene la palabra por encima de todo me fui", explicó el DT.
-¿Por qué el equipo no logró evitar la pérdida de categoría?
- El plantel se formó con jugadores jóvenes, con muy poca experiencia en futsal. Muchos venían de otros clubes y de otras ligas. Sabíamos que durante la primera etapa del torneo seria muy dificil pero en la segunda rueda los chicos crecieron mucho y pudieron pelear hasta el final. La categoría es cada vez mas dificil y en muchas ocasiones nos ganó la inexperiencia, por no poder cerrar un partido o no dar el golpe en los momentos que podíamos convertir. Pero dejamos un plantel con ganas de seguir creciendo, muy comprometido con la actividad, y creo que eso no es poco.
-¿Te equivocaste en algo?
-Durante el torneo seguramente me habre equivocado, y más de una vez. No recuerdo ahora algo puntual pero siempre asumí las derrotas como mías, y las victorias y puntos sumados, como de los muchachos.
-¿Tenés ganas de volver a dirigir?
-Las ganas de seguir en este loco mundo, tan apasionado como es el futsal siempre están. Nosotros, los técnicos, estamos todo el tiempo con ese entusiasmo y yo en particular, con muchas ganas de seguir. Me encuentro actualmente a punto de comenzar un curso de psicología deportiva para sumar más a lo que ya tengo.
-¿Te quedó algo por decir?
-Quiero agradecer a todo Brown de Adrogué, especialmente a Martin Camarello, el vicepresidente del club, que estuvo siempre apoyándonos en todo lo que pudo. A los chicos de la subcomisión, Facundo, Fede, Débora y Sofia, que trabajaron como pocas veces vi por toda la actividad. A los jugadores, que jamás bajaron los brazos y quisieron superarse todo el tiempo. Y por último al profe José Luis Rodríguez y al DT Marcelo Samana (de cuarta y quinta) con los que formé un gran cuerpo técnico y por sobre todo, conocí grandes personas.
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