septiembre 14, 2008

KIMBERLEY, DESDE LEJOS Y EN EL ÚLTIMO MINUTO


Arriba: Elías Borrego avanza con pelota dominada. El juvenil de Kimberley fue una de las figuras en la victoria que su equipo logró ante Caballito por 5 a 4. Abajo: el festejo del equipo ganador.

Dos de los buenos equipos de este torneo, se vieron las caras esta noche en Estrella de Boedo. Y el triunfo se quedó del lado visitante, ya que Kimberley consiguió derrotar agónicamente a Caballito Jrs., en el contexto de un partido muy atractivo y de alternativoas cambiantes.
Sólo 32 segundos faltaban cuando Nieri le dio a los Celestes el gol del triunfo. Hasta allí el tablero estaba igualado en cuatro y era el local el que hacía el mayor gasto para llevarse los tres puntos. Sin embargo, una pelota sin rumbo fijo quedó boyando en el campo visitante, y con todo el elenco verde jugado en ataque, ese balón fue capturado por el mencionado futbolista, quien por elevación lanzó un remate que terminó en la red del adelantado arquero Gómez.
El primer tiempo tuvo características relacionadas a la buena posición que los equipos ostentaban en la tabla: buen trato de pelota, ritmo veloz y orden táctico matizaron el encuentro desde los instantes iniciales. A los 7’ fue Kimberley el que pegó primero, cuando Borrego definió muy bien una maniobra de contragolpe. A los 14’, Norberto Calderón marcó el empate, entrando por el segundo palo de Gándola. Pero si bien el trámite era parejo, los dirigidos por Condorito González se irían al descanso con un 4 a 1 favor, producto de una gran eficacia –y una súbita desconcentración del Verde- en los últimos dos minutos. En efecto, a los 18’ Castro señaló el 2-1; cuando restaban 43 segundos Borrego el 3-1; y a falta de 10 segundos, otra vez el Huevo le dio al Celeste una ventaja que parecía casi decisiva.
Pero nada estaba dicho. Porque en el complemento los dirigidos por De Nicola salieron con todo y no se habían cumplido 8 minutos aún, cuando lograron un celebrado empate en cuatro, a través de los goles de Serra (a los 2’ y a los 4’) y Ferrando, a los 7’ (poco antes se había ido expulsado “Papa” Rodríguez, por doble amarilla). Luego, Caballito Jrs. buscó el desnivel y creó varias ocasiones de peligro, pero Kimberley aguantó el asedio y a su vez, replicó con punzantes contragolpes, lo que le dio al partido un infartante ida y vuelta. A pesar de eso, el marcador no se movió hasta el último minuto. El epílogo, encontró a un Caballito presionando y a su rival arrinconado contra su propia valla. Pero el desenlance sería tan inesperado como lapidario, pues sucedió lo narrado al principio: una pelota sin destino, una emboquillada perfecta y... ¡gol de Kimberley! Conclusión: felicidad desbordante en un rincón, tristeza sin límite en el otro. Una síntesis perfecta de este futsal. Y, por qué no, de la vida misma.

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