Otra de las novedades de la temporada 2018, consiste en el aumento del personal policial para partidos de primera y tercera división. En lugar de los dos uniformados tradicionales, los locales deberán contratar a tres. En inferiores seguirá jugándose con un policía.
Esta medida se debe a que la AFA consideró imperioso incrementar la seguridad de los partidos de futsal. Los representantes de los clubes fueron anoticiados sobre esta cuestión en la reunión del martes y si bien en principio la información fue recibida con cierta preocupación en función de lo que representará para la economía de las instituciones, la Comisión explicó la necesidad de implementarlo.
La sensación generalizada es que si los organismos de seguridad empezaran a fijarse en el futsal y a exigir operativos policiales formales como en el fútbol de campo, sería muy complicado que muchas instituciones logren continuar con la actividad, por el enorme gasto que esto implicaría. "Los dirigentes tenemos que tomar todos los recaudos para que las jornadas transcurran en paz", coincidieron en la reunión del martes.
Otro hecho novedoso, es que durante las jornadas, cada club tendrá que designar -en forma obligatoria- a un "delegado veedor" que firme la planilla de los partidos y que esté atento al desarrollo del mismo. La finalidad de este nuevo cargo es que el árbitro tenga a mano un máximo responsable de cada club a quien dirigirse cuando por diversas circunstancias lo crea conveniente. En caso de no estar presente dicha persona (tanto del local como del visitante), el árbitro estará facultado para suspender el cotejo.
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