La institución de Ramos Mejía debería ser parte del torneo de Primera C. Sin embargo, está muy complicado para los que llevan adelante la actividad. El delegado Néstor Scaramuzzi manifestó: "Técnicamente podria confirmar que Bomberos no sigue". A continuación resumió los motivos, que tienen que ver con la complicada relación con las autoridades del club: "Les pedí que aparte de decirme verbalmente que no querian seguir con la actividad, que me dieran una nota por escrito, por seguridad, y sigo esperando desde diciembre. Hice mil notas, mandé un montón de mails y no contestan".
Scaramuzzi explicó la manera en que se movieron en estos meses de receso: "Hicimos una nota firmada por jugadores, padres, y nada. Les prometí hasta lo que no podía cumplir y nada. Enviás mails y no te responden. Llamás o vas en persona y no te atienden. Tampoco uno se merece ese maltrato. El secretario y el presidente fueron los que me dijeron que no querían continuar con la actividad. Me ofrecieron que agarremos otro club y me alquilaban la cancha, pero les pedí varias veces que me dijeran cuánto cobraban y nunca me contestaron. No hay comunicación".
A fines del año pasado, Bomberos sufrió una larga suspènsión de cancha y su jugador de primera división Brian Lamari, fue inhabiltado por tres años por la agresión a los árbitros del encuentro contra Cervantes. "Venian con muchos problemas con el futsal masculino de años anteriores y nosotros los estábamos resolviendo, pero lo del jugador les sirvió como excusa ", indicó Scaramuzzi, agregando que según averiguaciones que hizo en la AFA, en caso de que el club decida retirarse todos us jugadores quedarian en libertad de acción.
Bomberos empezó en el futsal en 2013, en Primera B. Ese mismo año bajó a Primera C, categoría de la que salió campeón en 2015. Regresó a la B pero al cabo de esa misma temporada (2016) volvió a bajar a la C, divisional en la que participó hasta fines de 2017.
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