octubre 23, 2017

"EL AMATEURISMO QUE SE PRACTICA ES FALSO"


Mediante una frase como la que indica el título, el diario La Argentina publicó un artículo en... ¡1930! Efectivamente, eran épocas donde el fútbol de campo a punto estaba de iniciar una nueva etapa: la del profesionalismo. Hasta ese entonces, predominaba el deporte amateur en la mayoría de los equipos, con una salvedad importante: los pagos se hacían de manera solapada, a través de erogaciones que no figuraban en los balances o empleos que los dirigentes les conseguían a sus jugadores, ya sea en el propio club o en empresas vinculadas a ellos.
Esto viene a cuento, desde luego, porque -si se lee el texto del diario que transcribimos a continuación-, se verá que nuestro  futsal parecería estar aproximándose a un momento como el que se vivía en aquella época en el fútbol de campo.
Finalmente, unos meses después de la publicación de esta nota, los dirigentes de las instituciones grandes y varios más, se decidieron a terminar con la hipocresía reinante y blanquear la situación, fundando la Era Profesional.
En el ambiente de futsal, son muchos los que, al igual que hace 90 años sucedía en la joven AFA, anhelan la oportunidad de un cambio.
¿Ocurrirá algún día lo mismo con nuestro querido deporte? 

 EL TEXTO COMPLETO

“En 1930 ya no es ningun misterio que el amateurismo que se practica en el fútbol argentino es falso. Los jugadores cobran por jugar y los clubes se ven obligados a falsear los balances anuales para cubrir esos desembolsos.
Mantener el amateurismo no constituye ninguna ventaja. Los jugadores no entrenan los necesario
ni se les puede exigir por ello, ya que no hay cláusulas que hablen al respecto. El público paga para ver buenos partidos y no siempre sale satisfecho, pues no se le brinda el espectáculo al
que tiene derecho por pagar su entrada.
Al constituir una liga profesional, con un reducido número de equipos, los mejores jugadores
formarán esos cuadros y los partidos serán mejores exhibiciones de fútbol y así saldrá ganando el espectador. Los jugadores serán mejor remunerados. Estarán obligados a mantener su estado físico ya que mientras mejores sean sus actuaciones, más sueldos percibirán.
Los clubes no tendrán necesidad de falsear sus balances. Los libros de tesorería serán rubricados
y por lo tanto no habrá posibilidad de adulterarlos.
Todo esto se logra con el profesionalismo, suprimiendo la hipocresía del actual amateurismo
del que sólo queda su nombre.“
La Argentina, 20 de diciembre de 1930

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