LA PAGLIA Y EL RESURGIMIENTO DE SOCIAL PARQUE.
“Uno acá disfruta de cada momento. Estar al lado de gente que me crió, que me formó, que me hizo crecer. Esto me da mucha felicidad. Cada instante que vivo en Parque es un placer”, señala César La Paglia. El jugador surgido de Argentinos, tuvo un paso importante por el baby fútbol del Tricolor. Y hace unos años regresó con otra función: invertir recursos económicos y su propio tiempo, para que Parque saliera de una una situación difícil, pues llevaba ya un extenso período sin poder utilizar su sede de la calle Marcos Sastre. Tras arribar a un acuerdo con “Leche”, las obras se reactivaron y a principios de 2017 se reinauguró el histórico edificio, al cual retornaron todas las actividades. Con el transcurso de las semanas, las instalaciones fueron adquiriendo todavía mejor aspecto que el que tenían previamente al cierre.
“Este es un proyecto muy grande que uno inició. Yo trato de venir todos los días a ver cómo está todo, me siento muy cómodo en este lugar”, cuenta La Paglia, quien antes de arrancar con la nota en el remodelado buffet, se aprestaba a definir un partido de cartas junto a tres asiduos concurrentes a la entidad tricolor. “Gracias a Dios el club está funcionando en su totalidad. Fue un camino muy duro, llevó mucho tiempo, pero lo más importante es que ya está. Esto nos genera una gran felicidad”.
-¿Cómo se te ocurrió ocuparte de este resurgimiento?
-Yo venía de jugar afuera y solía encontrarme con Ramón Maddoni. Él me comentaba la situación, que tenían la esperanza de que la gente que había arrancado con las obras las terminara. Pero pasaban los años y nada. Entonces Ramón me pidió que les diera una mano. No dudé en acercarme a averiguar y armé un proyecto viable para que Parque tuviera las instalaciones que hoy tiene.
-¿Vos ya habías finalizado tu carrera?
-Hacía un año que estaba intentando volver a jugar pero no me salía nada. Hasta que encontré algo que me ocupó la cabeza, y que era un modo de seguir en el fútbol con algo que me gustaba. El proyecto lo pensamos mucho, me llena de orgullo haberlo podido hacer.
-¿Cuál es tu trayectoria en el club?
-Estuve desde los 7 hasta los 13 años. Yo soy categoría 79. Fue una camada inolvidable, de la que han salido muchísimos jugadores. Entre la 77 y la 82, es impresionante la cantida de gente que Parque aportó para el fútbol argentino. Entre ellos estaba Fede Zóccoli, que es clase 80. Un referente del club que como yo también se crió acá.
-¿Cómo llegaste a Parque?
-A los 5 años había empezado a jugar en Añasco. Un día jugamos una final contra Parque y me vio Ramón. Se jugó en GEVS, empatamos 4-4 y a mí me tocó meter todos los goles. Maddoni me invitó a entrenar y después de la primera práctica, no dudé en seguir. Era el lugar en el que me iba a formar futbolística y humanamente. Y no le erré... Después Ramón también me llevó a Argentinos.
-Lo que se perdió Añasco...
-Nunca se sabe si hubiera sido la misma persona, el mismo jugador... La vida te lleva por ciertos caminos porque uno a la hora de decidir, elige el lado para el que va... En Parque hay mucha gente que me brindó un enorme cariño y el ambiente contribuyó para que uno pudiera conseguir el objetivo de jugar en Primera.
-¿En cuántos equipos jugaste en cancha de once?
-Debuté con 16 años en Argentinos. Después me compró Boca y más adelante, jugué en Talleres de Córdoba, Tenerife, el fútbol portugués, China, Colombia, Uruguay y terminé en San Martín de Tucumán.
-Una carrera fructífera...
-Sí... Uno lógicamente aspiraba a mucho más. Yo digo que si me hubiera preparado, por mis condiciones tenía que haber jugado en la elite. Pensaba que con la técnica me iba a alzanzar. Ahora eso me sirve para asesorar a los chicos, y explicarles que aparte hay que atender otros aspectos que no solo pasan por jugar lindo.
-¿Una reflexión de tu paso por Boca?
-Es positivo, si bien uno tenía la ilusión de tener más continuidad. Pero en mi puesto estaban Román (Riquelme), Maradona... Fue un época complicada para jugar. Pero cuando me tocó, lo hice bastante bien; lo que me deja más conforme es el reconocimiento de la gente. Generé una expectativa, confiaron en mí y creo que dejé una buena imagen.
-¿Y en China?
-El fútbol recién comenzaba a ser profesional y a mí me tocó un equipo todavía muy amateur. Mi puesto era enganche y en el debut me pusieron de cinco. Me costó y la adaptación fue difícil, pero resultó una gran experiencia de vida, que difruté un montón.
-¿Seguís lo que pasa en el futsal?
-Sí, estamos levantando, luego de un momento medio dramático. Aunque yo digo que no hay que dramatizar. En fútbol se gana y se pierde. El objetivo pasa por otro lado, y es que jueguen los chicos que se formaron acá. Eso lo estamos cumpliendo.
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