La floja campaña de Hurlingham en la Primera C, determinó el alejamiento de Guido Galmarini de la dirección técnica. En su lugar arribó un viejo conocido de la casa: Oscar Landriel, quien fuera jugador del club y habiéndose retirado con esa camiseta, también en Hurlingham inició su carrera como entrenador. En esta última etapa, se encontraba trabajando en Caballito, como miembro del cuerpo técnico que encabeza Mauro Antico.
Hace algunas temporadas Landriel había conducido a la entidad de Oeste al ascenso a Primera B, si bien luego le tocó descender. En su regreso, le comentó a La Voz del Futsal:
"El interés fue muy grande y así me lo hicieron sentir... La gente de la nueva Comisión se ocupó trató de brindarme y de prometerme lo mejor. Al principio contesté que no porque quería quedarme en Caballito. Pero bueno, a veces uno tiene que priorizar lo de uno".
"A Mauro (Antico) le agradezco infinitamente haberme llevado, si no hubiera sido por él no hubiera estado en Caballito. Pero la realidad es que no encontraba mi lugar en el cuerpo técnico, por más que le buscaba la vuelta. No podía brindar todo lo que yo sé, y es entendible. Mauro tiene unas condiciones bárbaras y a veces es complicado compartir opiniones"
"Si tengo que agradecerle a alguien es a él, de quien aprendí mucho. Pero tengo que volver a hacer mi camino, es hora de volver a hacerlo, creo que estoy capacitado y me capacité para seguir en la dirección técnica, siendo líder de un plantel y cabeza de grupo. Son maneras de pensar diferente, pero con él la mejor, le voy a agradecer de por vida, igual que a los dirigentes y a los jugadores de primera, tercera y cuarta. Tenía una relación muy afectiva con todos, por eso fue muy difícil la decisión. Yo sé que en parte lo entendieron y en parte no. Es lógico y es respetable. No puedo dejar conformes a todos".
"Yo sé lo que sentí en cada momento en el que no estaba cómodo. Pero les agradezco infinitamente por el respeto de siempre. Costó, pero tengo que ir a dar una mano a un club que me dio mucho también, creo que es el momento, más allá de lo que estaba pasando en Caballito, donde me llevaba mil puntos con su gente pero no encontraba mi lugar. Me siento con confianza para sacarlo a Hurlingham de esta situación, aunque sé que es complicado conozco los pasillos del club y sé como piensa su gente. Ojalá que me vaya bien".
"Conformar a todos no va a ser posible pero les quiero agradecer a Hurlingham por llamarme, a Caballito por abrirme las puertas y a Mauro un agradecimiento de por vida, por darme la oportunidad de volver a un club que me dio mucho. Pero bueno, las cosas se dieron así. Ahora hay que darle para adelante".
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