Héctor Ortiz nació el 18 de diciembre de 1979. Flamante DT de Ferro de Merlo, acaba de enterrar una extensa trayectoria como jugador, ya que se retiró a fines del año pasado, jugando para Morón, cuando pisaba los 42 años. Sin embargo, antes del futsal, ya había actuado en Morón, pero en fútbol de campo. A continuación, resume su historia: “Jugué en Deportivo Morón, futbol de campo, casi 10 años. Hice todas las inferiores, llegando a primera y debutando en 2001 contra Huracán, en el Nacional B. El Ruso Zielinski era nuestro entrenador. Luego de estar dos años en plantel profesional quedé libre. Al mismo tiempo estudiaba el profesorado de Educación Física y cuando terminé la carrera, empecé a trabajar como profe. Dejé el fútbol y luego de unos años conocí el futsal en Ferro de Merlo, donde inicié mi carrera como jugador. Jugué 5 años ahí, un año en Deportivo Merlo, un año en Country y 7 años en Morón. Me retiré el año pasado”.
Hecha esta
introducción, opina sobre la actualidad de Ferro de Merlo, entidad que milita
en la Primera C de la actividad: “El plantel está muy comprometido, llegamos al
club con un proyecto serio, el cual fue aceptado por los dirigentes y los
jugadores. Esto implica un cambio grande en la metodología de trabajo que traían
de años anteriores. El futsal creció mucho y necesitás estar a la altura, no
podes regalar nada. Hay que trabajar al cien por ciento sea la categoría que
sea. Eso lo entendieron los chicos, y se brindan al máximo. Espero que tanto
esfuerzo tenga su recompensa”.
Cuando selo
consulta si su objetivo será el ascenso, confiesa: “La verdad que pensar en un
ascenso es soñar a lo grande y siempre uno tiene la esperanza, pero planteamos
objetivos claros. Uno era cambiar la imagen del año pasado, donde a Ferro le
tocó sufrir y salvarse del descenso unas fechas antes del final del torneo. El
otro objetivo que nos propusimos era pelear lo más arriba posible. Si el torneo
es como el del año anterior, tratar de clasificar en la zona de campeonato. Y si
llegamos hasta ahí, ver para qué estamos”.
En relación al Gallito,
Ortiz no oculta sus sentimientos: “Sin dudas Morón es mi casa, es el club que
me vio nacer en el futbol, del cual soy hincha fanático, y por el que tengo un
amor incondicional. Sé que en algún momento voy a dirigirlo, tengo un gran
sentido de pertenencia y eso no va a cambiar nunca. Estuve muchos años en el
club, donde conocí entrenadores, jugadores y dirigentes, y de cada uno aprendí cosas
tanto buenas como malas. Pero siempre soy de quedarme con lo mejor de las
personas. Nunca voy a olvidar las lindas cosas vividas en Morón. Estuve hasta
el año pasado y me consideraba un referente como jugador. Uno siempre se manejó
con respeto, apoyando a los compañeros y tratando de inculcarles ese sentido de
pertenencia por los colores. Creo que lo hice bien porque cuando cambié de rol,
recibí muchos mensajes hermosos de ex compañeros, ex entrenadores, etc. Eso
quiere decir que me manejé siempre de buena manera. ¿Por qué dejé de jugar? Me
costó mucho la decisión porque amo este deporte. Me encanta entrenar, me sentía
bien y con ganas de seguir, es más, tuve varias propuestas. Pero también soy
consciente de que este cambio de rol se tenía que dar en algún momento, ya que
me recibí de técnico de futsal el año
pasado. Y bueno, surgió este proyecto y me gustó. Además, volví al club en el
cual me inicie en el futsal, al que quiero mucho, y fue esta propuesta la que
me hizo tomar la decisión. Aunque para ser sincero, extraño un montón jugar. Espero
que con el paso de los meses pueda ir canalizando esas ganas, por mi nueva
función, jaja...”
A propósito de qué
es lo que le atrajo de la dirección técnica, explica: “Siempre me atrajo… Aparte
de ser profesor de Educación Física y tener escuela de futbol, también hice el
curso de preparador físico y entrenador de cancha de once. Pero el futsal superó
todas las expectativas. Cuando comencé a jugarlo, sabía que iba a dirigir, ya
como jugador era de ordenar mucho en la cancha. Este deporte me apasiona. Lo
estratégico que es, el dinamismo que tiene lo hace muy apasionante. Hoy trato
de estar a la altura de las circunstancias, planificando todos los
entrenamientos junto a mi cuerpo técnico e intentando no dejar nada al azar. Espero
que nos vaya bien”.
Hoy por hoy. Ferro
está en la C y Morón en la D. “Por suerte no estamos en la misma categoría, así
que no nos vamos a enfrentar. Pero si algún día me tocara, sería una sensación
muy extraña. A Morón lo enfrenté como jugador y no me gustó. Soy hincha pero
también me considero un gran profesional. Si me toca alguna vez jugar en contra,
trataré de hacerlo lo mejor posible”, concluye.
Foto: cortesía Héctor
Ortiz.
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