marzo 05, 2022

ARIEL TRAMA Y SU PASO DE FÚTBOL A FUTSAL: "VOLVÍ A SENTIR ESA FELICIDAD DE JUGAR"

 

En el futsal abundan los casos de ex jugadores de cancha de once. Futbolistas que, por uno u otro motivo, colgaron los botines para ponerse calzado futsalero y seguir “dándole a la redonda”, aún siendo deportes que, teniendo similitudes, son muy diferentes.

La historia que hoy abordamos es la de Ariel Trama, quien llegó a actuar con cierta continuidad en Barracas Central, para abocarse luego a nuestra actividad, cuando San Lorenzo se anotó, en 1998, para participar por primera vez en los torneos de AFA.

“Hice todas las inferiores en San Lorenzo en cancha de once y después del primer año de cuarta quedé libre. En esa época eran muchas las veces que estando en cuarta o quinta, cruzábamos Varela y jugábamos amistosos con la primera de Riestra”, le contó Trama a La Voz del Futsal. A continuación, prosiguió con su relato: “Al quedar libre, Chiche Lutzman -que me conocía porque fue DT de Riestra- ya estaba en Barracas Central y me propuso ir a probar suerte. En ese momento vivía en el Barrio Piedrabuena (Villa Lugano). Me tomaba el colectivo hasta la estación Lugano y ahí me encontraba con mi amigo Bruno Fiacco (que también tuvo un paso por San Lorenzo, apenas arrancamos con el futsal) y me bajaba en la estación Buenos Aires para ir a entrenar a la cancha de Barracas. Claramente Barracas no tenía las bondades de hoy en día, estábamos en Primera C, entrenábamos con nuestra ropa, si llovía había sectores de la cancha que no se secaban en toda la semana. Con 18 años apenas si cobraba un viático que nunca aparecía… Y los premios, ni hablar”.

Ariel evoca uno de sus mejores momentos personales: “No hicimos una buena campaña. El recuerdo que me queda fue el de una final con Claypole en cancha de Tristán Suarez. Si ellos ganaban ascendían y nosotros bajábamos a la D. Ganamos 3 a 1  y me hicieron el penal que desencadenó en la expulsión del arquero de ellos y la apertura del marcador. Como jugador considero que tenía habilidad y era veloz, pero era muy intermitente, tenía un partido bárbaro y al otro ni estaba en la cancha. Mi viejo siempre me decía ‘sos una lamparita que se prende y después se apaga’. Y tenía razón jajaja…”

En definitiva, llegó la oportunidad de cambiar de rumbo: “Era joven, pero después de tantos años en campo me fui desgastando. Alternaba en primera y no encontraba motivación para seguir. Cuando a mi papá le dan la posibilidad de armar la disciplina en San Lorenzo ni lo dudé, colgué los botines y me enamoré del futsal. Volví a sentir esa felicidad de jugar, conocía a los chicos porque muchos eran del barrio, como el Chino Correa y el Chueco Mendoza, por nombrar algunos de los históricos. Después se sumó el Negro Mónaco, el mejor de esa época”.

El resto de la historia es más conocida: San Lorenzo se integró a la disciplina y en su primera temporada, salió campeón de la B. En 1999 siguió descollando, pero en la Primera A. Ariel, sin embargo, tuvo una corta actuación como jugador, pero más adelante, se volcó de lleno a la dirección técnica: “Me retiré unos meses después de ser papá, empezaba a tener otras obligaciones y no me daban los tiempos. Ya después de algunos años, cuando mi viejo volvió en 2008 a San Lorenzo, me sumé al cuerpo técnico hasta el 2011. Desde el 2014 a la fecha, estoy en mi segunda etapa en el club, pero esta vez, como entrenador  de cuarta y tercera división. Soy un enamorado de este deporte, me dio momentos hermosos como  jugador y hoy en día como técnico. Amigos del palo… Nos juntamos a comer y las charlas futsaleras parecen interminable”.

Fotos: arriba, una pretemporada con las inferiores de San Lorenzo, en Reta. Ariel es el que tiene la pelota. Abajo: un torneo latinoamericano en Quilmes de Mar del Plata. Trama es el primero desde la derecha, en la fila inferior. En un círculo, algunos compañeros que luego se hicieron más conocidos: Marcelo Goux (ex Belgrano, Gimnasia, Colón), Mariano Valentini (ex Temperley, El Porvenir) y –abajo- Alejandro Bernuncio, quien falleció en un accidente de moto. (Cortesía Ariel Trama).


1 comentario:

Unknown dijo...

Éstos recuerdos me emocionaron hasta las lágrimas. Gracias Oablo