CABALLITO GRITÓ: ¡HOLA PUNTERO!

Dos triunfos en igual cantidad de presentaciones acumula el equipo de Norberto Calderón, que anoche venció 6-4 a un Arsenal que cayó por segunda vez consecutiva. No obstante esa diferencia de seis puntos que existe hoy en la tabla, el encuentro entre ambos resultó muy parejo y se definió recién en el epílogo.
El equilibrio fue el denominador común de la primera parte. Si bien los dos crearon situaciones de gol, generando un trámite más que atrayente, lo hicieron en una cantidad similar. Por eso, el hecho de que el primer período finalizara empatado en dos, no fue injusto ni mucho menos.
Arsenal siempre estuvo arriba en el marcador a partir del tanto de Clapcich a los 8', pero allí y también después, CAballito se las arregló muy bien para empatar apenas se vio en desventaja. Cortés lo hizo a los 10', luego López estableció el 2-1 para la visita y sobre el término de los 20' iniciales, el pibe Martín Giménez -categoría 93- se dio el gusto de dar su primer grito con la camiseta del Verde en la división superior.
Como puede apreciarse, así estuvieron hasta aquel 2-2 e inclusive hasta el 4-4, ya que al comenzar el complemento, Velázquez desniveló pero Parejas enseguida volvió a emparejar la cuenta en tres. A continuación, más de lo mismo: Clapcich marcó el 4-3 para los del Viaducto a los 6' y Manfra, señaló una nueva igualdad. Sin embargo, en esta oportunidad el 4-4 recién llegó a los 14' y a través de un disparo de sexta falta, ya que el roce había aumentado y Arsenal terminó sufriendo en función de las infracciones cobradas por la dupla Santamaría-Sobral. La gente del Viaducto cuestionó fuertemente la labor arbitral así como los locales también lo hicieron, sobre todo en el primer tiempo.
La igualdad se quebró a favor de Caballito a los 17'. Y sería en forma definitiva. En ese instante Romeu puso el 5-4 y casi sobre la chicharra, Manfra, mediante otra sexta falta, el 6-4, mientras los dirigidos por el Bicho Freire se lamentaban las chances no aprovechadas momentos antes, cuando, por ejemplo, Pablo Gutiérrez o el Chapa Clapcich malograron dos ocasiones inmejorables para convertir.