Los Bohemios y Estrella de Maldonado empataron 5 a 5, comenzando a desandar con un reparto de puntos el largo camino del torneo de Segunda. Dirigido por Leo Magarelli -que así debutó como DT del equipo que lo vio nacer como futbolista de futsal- el elenco local, que casi en su totalidad lo componen chicos del club, prácticamente no sufrió modificaciones con respecto al de 2009. En el lado opuesto también debutó un entrenador con antecedentes en Primera: Alejandro De Nicola. Sin embargo, su equipo sí se nutrió de varios elementos nuevos, entre los cuales había varias figuras de trayectoria, como Diego Guagliardi y Diego Cabral.
A pesar de esa diferencia de nombres, dentro del rectángulo la paridad fue la protagonista y una leve predominancia de Atlanta se reflejó en un parcial de 2-0 en los instantes iniciales. Luego, emparejó Estrella, que llegó al descuento antes de que culminara la etapa inicial.
En el segundo tiempo Atlanta hizo mejor las cosas a lo largo de los 19 primeros minutos. Al menos, en lo referido a concretar en la red las situaciones generadas. Eso le permitió, en un trámite de ida y vuelta, sacarle dos goles de ventaja a su oponente, con un 5 a 3 que daba la sensación de ser inamovible. ¿Qué sucedió en el minuto restante? La aparición de un dicho que, por más que sea viejo y remanido, jamás pierde validez: en el futsal, nada está definido hasta que suene la chicharra. En efecto, la visita se aferró a ese axioma y en ese lapso no sólo descontó, sino que logró la igualdad definitiva ante la atónita mirada del elenco bohemio, que no podía entender como tres puntos que tenía en el bolsillo, quedaban reducidos a sola una unidad.
En el bando opuesto, entretanto, reinaba la más absoluta alegría.
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