El «Mumo» Peralta habla del momento de Lamadrid y recuerda su paso por la Copa Libertadores en 2006.
Una nueva etapa afronta Lamadrid, ya sin la presencia del técnico que conducía desde hace un año el plantel superior. Daniel Peralta, uno de sus jugadores más veteranos, manifestó con respecto a la ida de Aldo Campos: “Nos cayó mal anímicamente su alejamiento. Se dio todo muy rápido. Los dirigentes decidieron que no siga y ni siquiera tuvimos una charla de despedida. Nos dejó frío esto”. Al cierre de esta edición no estaba definido un reemplazante: “Sergio (Molina), el DT de tercera, está dándonos una mano y no queda otra que lucharla día a día”, apunta el Mumo.
Más allá del triunfo ante Ferro y las posteriores derrotas ante Pinocho y Glorias, Lamadrid sigue muy comprometido con el bajo promedio: “Somos concientes de que se nos viene la Promoción encima. Igual no está dicha la última palabra. Ya volvió Joel (Busti) de la suspensión y equipo hay. Si no llegamos, la meta es ganarle al equipo de Segunda que nos toque, así como lo hicimos contra Libertad el año pasado. Este es un equipo chico, donde se pone el corazón. Llegamos todos cansados de trabajar pero vamos a dejar el alma para tratar de salvarnos”.
Acerca de los motivos de una campaña tan pobre, sostiene: “A los equipos de más arriba les jugamos bien y contra los otros nos relajábamos. Eso no sirve en este juego. Sea quien sea el rival, siempre hay que entrar metido y no dar las ventajas que dimos nosotros”.
Sobre su nivel personal se muestra conforme: “Me veo bien física y futbolísticamente, Sergio me dio la posibilidad de jugar más que antes”, dice. Sin embargo, indica que también pensó en retirarse a fin de año: “Los chicos quieren que siga, aunque yo dije que largaba. Ya tengo 32 y todo cuesta. Los pibes son cada vez más rápidos. Yo le sigo metiendo ganas porque esto me gusta. No sé, veremos qué pasa en unos meses”.
La trayectoria de Peralta comenzó en Argentinos, siguió en Atlanta, luego Barracas y, por último, Lamadrid. “Mi mejor momento fue en Barracas, donde jugamos la Libertadores y enfrentamos al Malwee. Una experiencia única. El Chino Díaz me mandó a marcar a Falcao y lo hice bien. Al mismo tiempo comprobé que es un monstruo y no habrá otro igual”. En los tres primeros equipos de su campaña, Peralta fue dirigido por Díaz, de quien explica que “ahora que dirijo la cuarta y la quinta de Lamadrid intento copiarlo a él. Es el mejor que tuve. Me enseñó mucho y al margen de ser un gran técnico es uno de mis más grandes amigos. Con el Chino se puede hablar no sólo de futsal, sino de la vida misma”.
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