octubre 02, 2012

ESTOS PIBES LA ROMPEN!!!


Leandro Amaya y Sebastián Arnese tienen 20 años y son grandes figuras en Villa Argentina

¡Cómo juegan estos pibes! Sebastián Arnese es un motorcito. Anda y anda todo el partido. Con un despliegue infernal, lleva a los suyos hacia adelante. Leandro Amaya camina la cancha como si fuera un veterano. Como dice la vieja frase, la para, la pisa, la amasa... ¡Y cómo la mueve! Encima, son incansables. Están en cancha los 40 minutos sin grandes problemas. Gracias a ellos, Villa Argentina sacó muchos puntos en un campeonato donde sufrió la ida de varios jugadores en el transcurso de las fechas.
En diálogo con La Voz del Futsal, Seba Arnese dijo: «La segunda rueda arranqué mal pero de a poco estoy levantando, gracias a la confianza que me da el técnico. Al no darse los resultados algunos jugadores se fueron yendo. El equipo también está levantando y el objetivo es entrar a los playoffs».
Arnese está en Villa Argentina desde los cuatro años. «A este club lo amo.Nací acá.  Jugué en Fadi al baby y en futsal debuté a los 17 años». A la hora de definirse como jugador, sólo indica: «Más que marcar, me gusta hacer jugar al equipo». Como era facil de deducir, no es la marca su fuerte. Pero con lo que juega, en Villa Argentina ¿quién será capaz de reprocharle algo? «También jugué en cancha grande -informa-. Hice hasta la octava en Independiente y después me fui a Italiano, donde llegué hasta la cuarta y un par de meses entrené con primera. En una época anduve por Lanús, donde casualmente jugué con Lean (Amaya). Pero dejé. Ahora sólo juego al futsal».
En relación a este deporte, apunta que a principio de año, «estuve cerca de ir a Banfield, me iban a fichar en la tercera, pero al final me quedé acá porque me tiran más mis amigos y estos colores».
Al margen de este deporte, Arnese no se dedica a otra cosa. Aunque tuvo un trabajo que sorprende: «Hasta unos meses atrás trabajaba para una casa de cambio, vendiendo dólares como arbolito -confiesa-. Pero la AFIP se puso rígida y a muchos nos levantaron. Es una lástima, era lindo, trabajábamos mucho con los turistas».
Para Arnese, quinto de seis hermanos, su sueño es «llevar a Villa Argentina a lo más alto. Que todos hablen de este club». Con Leandro Amaya comparten algo más que la cancha. El corte de pelo, por ejemplo, también los une. «El bebé es el que me lleva  a la peluquería», dice Seba a pura sonrisa, señalando a su compañero: «En el barrio todos lo usamos así, a las chicas les gusta... Aunque yo hace cuatro años que tengo novia», se apura en aclarar Amaya. Enseguida, se pone más serio. «En la mayoría de los partidos me vienen a felicitar los rivales. Parece que son muy cariñosos...», asegura, en relación a la admiración que provoca su juego. «Por suerte vengo haciendo las cosas bien. Aprendí mucho de futsal, a pesar de que recién hace un año que juego a esto».
Amaya también conserva un pasado en cancha de once: «Jugué en Lanús y en San Telmo, pero dejé porque sólo me ponían en la liga metropolitana. ¿A qué me dedico aparte del futsal? Por ahora a nada. Estuve trabajando en Aeroparque pero renuncié porque tuve problemas con un compañero». Según comenta, tuvo alguna posibilidad de jugar a Nueva Estrella, pero no se sintió atraído por cambiar de camiseta: «Creo que me iban a dar un viático, pero no sé bien qué pasó, la verdad que ni idea...En Villa Argentina estoy my bien, me llevo bárbaro con toda la gente».
Pese a esa aparente falta de interés, afirma: «Me gustaría vivir del futsal algún día. Si viene otro equipo a busarme, veremos qué pasa». Sobre sus características, concluye: «Me gusta jugar en equipo, tenerla, pisarla y meter muchos pases-gol. Sé que estoy peleando en la tabla de goleadores. Es lindo ser goleador. Pero igual lo que más quiero es que el equipo gane».

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