Daniel Canella volvió a dirigir al Gallo después de medio año de ausencia.
Luego de más de un semestre alejado de la direccion técnica, Daniel Canella regresó a Deportivo Morón. «Me convencieron», dice, mezcla de resignación y alegría. «Me propusieron volver y como a mí esta actividad me apasiona, siempre que pueda dirigir, voy a hacerlo», agrega el ex DT de Tesei y Hurlingham, quien hace dos años llegó al Gallo con su propio proyecto bajo el brazo y hoy cuenta que el futsal de Morón creció mucho respecto de aquellos comienzos: «Ahora es diferente. El club nombró una subcomisión que colabora en todo. Hay mucha gente trabajando en esto y eso se refleja en los resultados», asegura Canella, ilusionado con esta campaña en la que las chances de clasificar siguen intactas.
Más allá de esa cuestión lo que también sorprende de Morón es la cantidad de hinchas que lo acompañan tanto de local como de visitante: «Es cierto -reconoce el entrevistado- pero tan importante como la hinchada, es el hecho que hayan entendido que en el futsal hay que evitar todo tipo de problemas. Hablamos mucho con los jugadores y la gente, y por suerte, todos están mentalizados que lo que tienen que hacer es alentar».
Durante su alejamiento, en el banco del Gallito se sentó Juan Carlos Castillo, el hombre junto al cual hoy conforman una nueva dupla técnica: «El Oso anduvo muy bien -explica Canella en relación a su compañero-. Es importantísimo él en esto. Se bancó toda la primera etapa con pibes que nunca habían jugado futsal, les enseñó todo lo que pudo y eso me facilitó un poco la tarea cuando volví». Al consultarlo si desde su llegada el estilo de juego varió, respondió: «Mirá, yo vine a sumar. Agregué algunas cosas de lo poco que pude aprender y estamos bien, con una cantidad de jugadores bastante importante. Es un plantel parejo, que no se sacan ventajas uno con otro y compiten sanamente. Creo que hay material como para entrar a los playoffs y luchar por el ascenso».
Haciendo nuevamente hincapié en aquella decisión que lo obligó a tomar distancia, cuenta: «Me había ido del futsal por razones particulares y laborales, lo que tuvo que ver con un lavadero de autos que instalé, casualmente, enfrente del Polideportivo de Hurlingham», revela, en relación al sitio al cual tantas veces ingresó en su rol de entrenador. Por último, contestó acerca de qué es lo mejor, y qué lo peor de sus dirigidos: «La máxima virtud es que los pibes tienen unas ganas bárbaras. Y lo peor es que todavía les falta experiencia en este deporte. Eso sólo se consigue con partidos, y es en lo que estamos trabajando».
TRIPLE DE CANELLA
Un dato de color llamativo en Morón, es que Canella tienen dos sobrinos mellizos que actúan en la tercera del Gallo. «Son los hijos de mi primo hermano -comentó el DT- A Brian y Ayrton los estamos empezando a ver con posibilidades para la primera. Creo que le sobra capacidad para llegar. Sólo tiene que tener un poco de paciencia».
Canella también apuntó que su hijo Kevin -que ya tendrá edad de primera- este año no fue fichado pero la próxima temporada volvería al Gallo: «Con él ya vamos a ser cuatro. En cualquier momento invadimos Morón...», bromeó, cerrando la nota.
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