Mariano Gómez regresó al cuerpo técnico de América y ahora comparte dupla con Pablo Squillace (En la foto junto a Facundo Ruscica, DT de River).
¿América será uno de los candidatos al título?
PS: No. El proyecto para este año es formar un grupo nuevo, con la base del año anterior, y ver para qué estamos. Pero no somos candidatos. No lo digo con falsa humildad, ya que tenemos varios chicos sin experiencia en primera que aún deben adaptarse a esta categoría.
MG: El objetivo es formar un equipo con gente del club y que los jugadores estén cien por ciento comprometidos. No aspiramos al título porque más allá de hacer todo bien, no podemos competir con estructuras gigantes, que pagan sueldos increíbles.
Mariano, ¿cómo estás sintiendo esta vuelta?
MG: Muy bien, con aires renovados y disfrutando de este club. Estuve un año sin dirigir.
Pero el año pasado decías estar muy cómodo como coordinador y no extrañar la dirección técnica.
MG: Lo que pasa que me echaron de casa (risas). No, hablando en serio, me sedujo el proyecto de volver a dirigir. Me impresionó que ya haya chicos en tercera que arracaron con nosotros en octava. Eso es muy lindo.
-Pablo, ¿vos cómo tomás la vuelta de Mariano?
PS: Con una gran motivación. El 2012 se me hizo duro estar sin él. Los resultados nos acompañaron, pero fue muy estresante estar solo, como cabeza de grupo. Además fui papá y se sumaron muchas obligaciones. Pero gracias a Dios volvió. Lo extrañaba porque hay amor verdadero. Nos divertimos mucho juntos. Si perdemos, es por él. Si ganamos, es gracias a mí.
-¿Qué opinás de esto, Mariano?
MG: Qué es como dice él. Es como discutir contra una pared, así que tiene razón y listo. De última, nos agarraremos a piñas en el vestuario.
-Por más que ya habían trabajado juntos, ¿es la primera vez que conforman una dupla técnica?
MG: Sí, pero por más que él era profe, siempre me dio una mano en lo técnico. Yo no le pongo una función definida a cada uno. Para mí será igual que siempre.
-¿Cómo se manejan a la hora de hacer un cambio?
MG: No está esquematizado. Cualquiera de los dos puede decidir un cambio y el otro lo va a respetar.
PS: Exacto. El que lo ve primero, lo ejecuta. No nos sentamos a planificarlo. Y eso incluye también a Mauro García (ayudante de campo) y el profe. Somos cuatro los que integramos este cuerpo técnico.
-¿En qué aspecto es el que más coinciden?
PS: En la apreciación del fútbol. Tenemos las mismas opiniones en cuanto a los jugadores: cuál está jugando bien, a cuál hay que levantarlo en lo anímico...
-¿Y en qué discrepan?
PS: Menos en futsal, en todo. Por ejemplo, hace un tiempo él dijo que Messi era lo más parecido a Caniggia que vio en su vida. Una aberración.
MG: Eso me quedó marcado para toda la vida. Ya reconocí que estaba equivocado. Pero igual cada vez que quiero opinar me lo sigue echando en cara. Por más que admití mi error me reprocha: «Vos dijiste que Messi era igual a Caniggia». Y hace el cambio él (risas).
-Al principio Mariano dijo que no se puede competir con estructuras gigantes. ¿Qué pensás?
PS: Lo mismo. Para mí hay un equipo, Boca, que no le hace bien al deporte, que perdió el sentido de lo que es la actividad. Es un profesional compitiendo contra amateurs. Cortemos con el verso de que el resto tiene que trabajar para equiparase. Económicamente es imposible. Podremos conseguir un padrino o sponsor, pero las cifras que manejan son abismales. Si hacemos buena campaña y ellos después te llevan los jugadores... así no se puede. Este es un deporte amateur y lo queremos disfrazar de semi-profesional. Y Boca directamente es profesional, por su estructura económica desmedida.
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