«Esto me llega en la última etapa de mi carrera», le confesó a La Voz del Futsal. A continuación, explicó las razones de su cambio de club: «Ya estaba por dejar, pero me encontré con Juan Manuel Meles, a quien había tenido de compañero en Huracán, y me insistió para venir. También a Charly (Fernández) lo había tenido como técnico mucho tiempo. En Almafuerte me encontré con un lindo equipo, con muchos chicos jóvenes, hay un buen grupo. Estoy muy contento»
-¿En serio estabas por dejar?
-Sí, la verdad que ya no tenía tantas ganas. Prefería estar más en casa, con mi familia, ya que tengo tres hijos. Pero bueno, sabía que si dejaba un año, iba a ser muy difícil volver. Así que al presentarse esta oportunidad, no la desaproveché.
-¿Qué opinás de tu paso por Arsenal?
-Fue muy lindo. Estuve dos años. En el primero, estuvimos ahí nomás de ascender. En el segundo hubo algunos problemas, pero son cosas que quedaron dentro del grupo.
-¿Hubo problemas internos?
-Lo que pasa que uno iba acumulando durante todo el año, hasta que llega el momento en que explota. Yo soy muy tranquilo, pero cuando me enojo, me saco. Después pedí perdón y quedó todo bien.
-¿Te peleaste con Salerno, el técnico?
-Prefiero no hablar del tema.
-¿Y si hoy te lo volvieras a cruzar?
-No sé qué pasaría, a él nunca más lo vi. Igual, para ya pasó. De mi parte, está todo bien.
-¿Qué sucedió con aquél interés de Huracán?
-Eso fue antes de firmar para Arsenal el segundo año. También me quería la UAI. Pero la gente de Arsenal, que era el dueño de mi pase, no me dejó ir.
-¿Está confirmado que este será tu último campeonato?
-Yo creo que sí. La intención es ascender, y si se nos da, para el nivel de la A no estoy. Así que me retiraría. De todas formas, todavía falta mucho, esto recién empieza.
-¿Llegaste a un buen acuerdo económico?
-No, no hay plata de por medio esta vez. Si estoy jugando, es sólo porque tengo ganas de jugar un año más.
-¿De qué estás trabajando?
-Hago mensajerías en mi moto.
-¿Cómo anda el laburo?
-Está medio tranquilo. Viste que el país está parado... Eso repercute también en mi trabajo. Pero hay que lucharla. Yo tengo que mantener una familia y se complica. Por eso no me queda otra que hacer changas, más allá de andar en la moto.
-¿Cómo estás físicamente?
-Más o menos. Arrastrando algún tirón, cuidándome de posibles desgarros. Aeróbicamente no estoy para jugar mucho, pero en los minutos que entro, trato de dejar todo. Eso sí, cuando no puedo más, salgo solo. No me lo tienen ni que pedir.
-¿Seguís fumando?
-Sí, sigo con el vicio. Estamos buscando la forma de dejarlo porque me parece que esto ya no da para más. Pero es difícil.
-¿El cigarrillo perjudica al jugador de futsal?
-No sé, yo he llegado a jugar tres partidos por día y no tuve problemas de falta de aire. Lo que sufro son los desgarros, pero eso es por el hecho de jugar tanto, no por el cigarrillo.
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