Apenas ingresó a la sala de reuniones de AFA, recibió un espontáneo aplauso de parte de todos los delegados. Esa fuerte demostración de cariño tenía que ver con un hecho concreto: hasta fines de 2011, Ramón Modarelli era el delegado titular de Glorias. Pero en diciembre de aquel año una serie de infortunios llegó a poner en jaque, inclusive, a su propia vida. Primero, lo internaron por un cuadro de neumonía. Y lo que parecía una enfermedad pasajera se terminó convirtiéndose en una increíble pesadillla, víctima de la cual, Ramón, de 45 años, no pudo volver a su casa hasta mayo de 2012.
Por culpa de un virus intrahospitalario se pescó otra neumonía cuando todavía estaba recuperándose de la primera. Unos días más tarde le agarró un ACV, presuntamente por el erróneo suministro de una mediación. "Me desperté 45 días más tarde, a mi señora llegaron a decirle que tenga el teléfono en la mano porque en cualquier momento podría producirse un desenlace fatal. Yo de todo esto no recuerdo nada, me lo dijo ella después que pasó todo", le contó Modarelli a La Voz del Futsal.
Sin embargo, contradiciendo esos pronósticos poco alagüeños, un día se despertó. Una vez que salió de su estado de inconsciencia, comenzó otra lucha: la de la rehabilitación. Del sanatorio lo trasladaron directamente a un centro con la misión de recuperar la movilidad de la piernas. "Por haber estado tanto tiempo acostado en posición fetal, se me acortaron los tendones y no podía caminar. Ahí estuve tres meses larguísimos. No me dejaban ni salir a comer un domingo con mi familia. Parecía una cárcel...."
Recién a fines de mayo del año pasado (¡caminando!), Ramón regresó a su hogar. Lo esperaban su esposa y sus hijos (el varón juega en la tercera de Glorias), felices de reencontrarse con un padre por cuya salud habían orado en forma permanente: "Somos muy creyentes", dijo Ramón, que no pudo evitar emocionarse cuando le contó a La Voz del Futsal algunos detalles íntimos de un tema muy difícil (el reportaje completo estará en el próximo número de nuestra revista).
Pero lo más importante es que Modarelli está bien ("No me quedó ninguna secuela") y continúa colaborando en su institución, si bien el cargo de representante en AFA se lo cedió a Fabián Otero. "Vine sólo este viernes porque él no podía, pero dentro de lo posible prefiero ir temprano a casa para descansar y estar con mi familia", concluyó.
Al igual que todos los que se lo cruzaron este viernes, de nuestra parte sólo nos resta darle una calurosa bienvenida. ¡Grande, Ramón!
Modarelli junto a los integrantes de la Comisión de Futsal: Leandro Ayala, Mauricio Catelani y Pío Fernández.
Ramón en el centro de la foto, rodeado de todos los delegados que lo recibieron con un aplauso, respaldándolo con un enorme afecto (Foto: Osvaldo Yankillevich).
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