En un Platense que no pierde las ilusiones de ascender a la Copa de Oro, Rodrigo Insúa es uno de los máximos referentes. «El grupo está muy unido. Quizás nos está faltando un poco más de juego. Hay varios chicos que recién suben a primera y por eso nos cuesta pero creemos que vamos a lograr el objetivo de entrar entre los cuatro de arriba», indica el Negro.
Diez años atrás, había hecho su aparición en Pinocho, lo que le valió ser convocado a una Selección juvenil. Luego, se afianzó en el elenco de Villa Urquiza, en aquella primera época tan buena para el club. En 2006 pasó a Platense, donde con el mismo técnico que hoy, Juan Llorens, los Calamares subieron a la A. Pero a continuación la carrera de Insúa quedó interrumpida. Una breve vuelta a Pinocho, fue la antesala de una inactividad que duró hasta el comienzo de esta temporada, en la que a los 28 años, concretó su regreso cuando su rastro parecía perdido.
«En aquel momento dejé porque justo había sido papá -explica-. No me daban los horarios y tuve que hacerlo. Extrañé mucho todo esto. Tenía a mis amigos de Pinocho, que jugaban, ganaban... Eso me daba muchas ganas de seguir, pero me resultaba imposible».
Un hecho que incidió de manera fundamental en su decisión, fue la contratación de Juan Llorens por parte de Platense: «Es un amigo. El me conoce hace mucho, me llamó y acepté. Juan logró que me entusiasmara una vez más». A propósito de su estado físico tras la inactividad, admite: «Me siento bien. Un poco lento, eso sí. Para este nivel estoy bien, pero para jugar en la A, que es terriblemente competitiva, ya estoy grande».
Sobre la realidad futbolística de Platense, opina: «En el plantel hubo cierta renovación. Hay algunos chicos que por razones personales no están más, otros volvieron. Pero somos casi los mismos que arrancamos el año», señala Insúa, quien reconoce que el golpe por no haber clasificado a la Copa de Oro no fue facil de digerir. «Sinceramente, pensábamos que estábamos para más. Pero nos dimos cuenta con el transcurso del campeonato, que sería muy duro. Ahora ya pasó, la realidad es que estamos en esta zona y nos mentalizamos para luchar por un ascenso». Pese a su fuerte vínculo con la entidad de Urquiza, Insúa asegura sentirse, además, muy identificado con su casaca actual: «Conseguí cosas muy importantes con Platense. Igual a Pinocho voy a verlo. No siempre, pero a los partidos peleados voy».
¡Qué familia!
«Los dos más chicos están bárbaro. Y Maxi, que viaja por todos lados por su trabajo, también está muy contento. Yo, aparte del futsal, tengo dos agencias de motos», apunta Rodrigo, que integra una familia plenamente identificada con el fútbol. Dos de sus hermanos también surgieron de Pinocho (sólo actuaron en sus inferiores) y hoy triunfan en campo, mientras que Maxi, un año mayor que el Negro, también está vinculado, aunque desde otro ángulo.
Emiliano: es categoría 89. Arrancó en las inferiores de Boca y a muy corta edad pasó al Liverpool de Inglaterra, donde debutó con 18 años en primera. Luego tuvo un paso por Turquía, otro por Portugal y ahora está en el Atlético de Madrid.
Emanuel: de clase 91, también arrancó en Boca, siendo cedido a préstamo a Godoy Cruz. Esta temporada retornó a Boca; era el 3 del equipo de Bianchi, pero por una lesión deberá permanecer un tiempo inactivo.
Maximiliano: categoría 83, jugó futsal en Pinocho y Platense. Ahora es Agente FIFA y representa jugadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario