Fabián López y las indicaciones a sus dirigidos, en el triunfo ante Paraguay por 3 a 2. (Foto: www.futsaluruguay.com.uy).
La Copa América llegó a su fin. En la tarde de hoy se jugó el partido por el tercer puesto y la final. En primer turno, nuestra Selección venció a Paraguay 3 a 2, obteniendo el bronce. Más tarde, Brasil derrotó a Uruguay 6 a 2, quedándose con el oro. Estos fueron los detalles de cada cotejo.
ARGENTINA, CON FÚTBOL Y GARRA
Las alternativas cambiantes caracterizaron el choque entre argentinos y paraguayos. Con ambos equipos clasificados para el Mundial, ninguno fue mezquino a la hora de enfrentarse por la medalla de bronce, por lo que se vio un atractivo espectáculo, que tuvo su punto culminante en los últimos instantes, cuando un zapatazo de Sánchez le dio el triunfo a los dirigidos por Fabián López.
En el primer tiempo, el cero parecía que se impondría, si bien las llegadas a los arcos no fueron escasas. Sin embargo, a dos minutos del cierre el Ruso Maina capitalizó un centro de Lucuix y marcó la apertura. Apenas arrancó el complemento, la búsqueda albirroja dio resultado y Benítez colocó el empate parcial. Durante los diez minutos siguientes, el trámite no modificó su equilibrio habitual. El gol rondó los dos arcos, pero recién a los 15’, una buena maniobra ofensiva culminó con un disparo cruzado de Chilavert, que venció la resistencia de Elías (esta vez el arquero de Pinocho jugó el tiempo completo) e implicó el 2-1 a favor de Paraguay.
A partir de este tanto, el partido alcanzó su mayor grado de emoción. Tocado en su amor propio, Argentina fue por el empate, y lo consiguió en la jugada inmediatamente posterior. Su autor, Lucuix, derrotó a Espíndola con otro potente remate desde la derecha. En los dos minutos finales, nadie se guardó nada. Pero el que volvió a pegar fue Argentina y ahora sí, en forma definitiva. Lo hizo cuando en un córner, el conjunto rival descuidó al Gallego Sánchez y éste fulminó al arquero mediante un preciso disparo al ángulo.
El equipo de Fabián López se aferró al 3-2 y la selección adversaria ya no logró vulnerar la segura defensa apuntalada por Elías.
Con esta victoria, Argentina cerró una participación positiva en la Copa América. De cuatro encuentros ganó tres, teniendo un buen rendimiento y cayendo sólo ante el elenco más fuerte del mundo. Y, lo principal, es que retornará al país habiendo cumplido la meta que fue a buscar: la clasificación para la próxima Copa del Mundo.
OTRA VUELTA, OTRA
Como era previsible, Brasil superó a Uruguay y cosechó un nuevo trofeo para su interminable colección. A pesar de la indiscutible supremacía verdeamarelha, la garra local contribuyó a hacer más parejo el trámite y por eso, el interés nunca decayó.
La mejor muestra de la motivación charrúa se vio a los diez segundos de juego: los Celestes salieron con todo y en la primera jugada estrellaron un tiro en el palo. Claro que enseguida Marquinho enfrió la caldera en la que se había convertido el gimnasio del club Praga, señalando el 1 a 0. A los 8’ Falcao y a los 17’ Wilde elevaron la cuenta a tres. Pero antes del final de la etapa, Brasil llegó a la sexta falta y D’Alessandro, con pelota parada, descontó.
Por haber acortado distancias el entusiasmo local renació en el entretiempo, aunque al minuto del ST Schumacher sepultó las escasas ilusiones uruguayas, madrugando a la defensa y señalando el 4-1. A los 11’ el mismo jugador conquistó el quinto y a los 16’, Lenisio el sexto. Cuando el partido se moría, Uruguay tuvo el premio a su entrega con su segundo gol, hecho por Hernández. De inmediato, el argentino Ghibaudi –que tuvo otra correcta labor- pitó el final y la alegría, una vez más, en aquel instante sublime, fue sólo brasileña.
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