julio 20, 2008

CABALLITO-PINOCHO, EMPATE CON FINAL MEMORABLE


Arriba: tras el 5 a 5, el respetuoso saludo entre ambos planteles. Abajo: Pinocho fue el que más festejó, por haber rescatado un empate en un trámite que le era desfavorable, llegando a su partido número 77 invicto.

Caballito y Pinocho ofrecieron otro espectáculo memorable. Al igual que en sus partidos contra Boca e Independiente, el campeón encontró en el equipo rival un durísimo escollo y recién al final pudo celebrar la prolongación de su extenso invicto.
Algo que quizás era impensado en los primeros minutos, pues a los 6’ Pinocho ya se imponía 2-0 (goles de Rescia y Manuel Fernández), de pronto tomó una dirección completamente diferente y el equipo de Ruscica se vio obligado a luchar contra la adversidad, intentando remontar un resultado que lo tenía dos goles abajo.
En efecto, eso fue lo que ocurrió a partir de que Caballito Jrs. tuvo tres minutos gloriosos entre el epílogo del PT y el inicio del segundo. Cuando parecía que la primera etapa finalizaría 2-0, faltando 37 segundos descontó Vilchez y 15 segundos más tarde Serra consiguió el empate.
El adormecimiento del campeón no se detuvo tras el entretiempo, y el envión que los locales traían del período anterior, lo trasladaron al complemento. Consecuencia de ello, goles de Cuzzolino y Vilchez condujeron a los Verdes a ponerse 4-2 muy rápidamente. De inmediato, Pinocho reaccionó y el partido ingresó en su fase más emocionante. Así, al incesante ataque de la visita en busca del descuento, se opusieron punzantes contragolpes, lo que provocó un tremendo ida y vuelta mientras las faltas también se acumulaban para ambos bandos.
A los 7’, Caballito llegó a la sexta y por esa vía, Elías señaló el 3-4. Al acortarse las distancias, creció el suspenso. El arquero Gómez se transformó en la figura de la noche, ahogando varios gritos de gol. A los 15’, los dos ya estaban en el límite de infracciones. Enseguida, se presentó la gran polémica de la noche: pasando mitad de cancha Elías bajó a Serra, que se aprestaba a pegarle al arco. Pese a las protestas de los locales –que pedían expulsión por último recurso- el árbitro Beares no lo entendió así y sólo amonestó al uno de Pinocho (argumentó que el Pipi Ruscica venía cerrando). Además, por protestar también le sacó amarilla a Gómez, el guardavalla de Caballito. Pocos segundos después Fafasuli apareció como un fantasma en el segundo palo y estableció el infartante 4 a 4.
Acto seguido, Gómez recibió su segunda amarilla por derribar a Ruscica, y, por ende, la roja. Ante las enérgicas quejas de todo Caballito, Elías se preparó para ejecutar la sexta falta. En ese instante, Pinocho parecía tener todo a su favor: un hombre de más y la gran chance de ponerse 5-4. Para colmo, en el arco ya no estaba Gómez sino Nakamura, quien tuvo la difícil misión de reemplazar al titular, y someterse al fortísimo remate del arquero de la Selección.
Pero contra muchos pronósticos, el “japonés” consiguió desviar al córner el disparo y en el minuto 17, las cosas seguían 4-4. A esa altura, el partido ya era toda una caja de sorpresas. Pinocho siguió presionando, pero Elías cometió un lapidario error, perdiendo un balón en el campo contrario y posibilitando que Diego Calderón hiciera un golazo desde esa posición: 5 a 4. Faltaban 2’ 14’’ y el equipo de De Nicola, que parecía haber caído en desgracia, repentinamente volvió a encontrarse en ganancia. ¡Y con un hombre menos!
Pero la ilusión de terminar con el invicto de Pinocho duró poco para los Verdes, ya que cuando el reloj marcaba 1’ 39’’ Rescia sacudió la red con una estupenda media vuelta.
En el tiempo que quedaba los dos se jugaron el todo por el todo. Pinocho estuvo más cerca, dado que Chianelli estrelló un cabezazo en el palo. Faltaban sólo ocho segundos... Y cuando quedaban cuatro, Riente, muy cerca de su arco, durmió la pelota bajo su suela y esperó que la chicharra sonara. Eso fue precisamente lo que ocurrió, terminando con tanto suspenso y decretando un justo reparto de puntos.
Pudo ser de Caballito si en su momento más favorable, hubiera podido liquidar el partido sin malgastar tantas oportunidades de gol. Pudo ser de Pinocho si al final del primer tiempo no hubiese sufrido un quedo tan importante, o si más tarde hubiese aprovechado su superioridad numérica y aquella ejecución decisiva . En definitiva, no fue de ninguno de los dos. Y que haya sido empate, también está bien.

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