En primer plano, el DT Pablo Bussano. Más atrás, Javier Domínguez, sonriente tras la victoria de su equipo por 6 a 3, frente a un San Lorenzo que acumuló su tercer traspié consecutivo.En uno de los dos partidos atrasados que se jugaron anoche, Rosario Central venció a San Lorenzo 6 a 3 en calidad de visitante. Mientras tanto, Caballito Jrs. derrotó a Parque 4 a 2, actuando como local en Nueva Estrella. Ahora, ya no quedan encuentros pendientes, si bien resta que la AFA haga oficial el triunfo de Pinocho ante Independiente, suspendido por incidentes.
En cuanto al éxito de los Canallas, se produjo en base a un minuto clave, en el cual consiguió un momento de inspiración que lo condujo a marcar tres goles al hilo cuando el partido estaba empatado en dos. Eso ocurrió a los 10’ del segundo tiempo, y bastó para que los dirigidos por Pablo Bussano se metieran en el bolsillo, tres puntos que le vienen como anillo al dedo en la lucha que mantienen por no descender.
El primer tiempo terminó 1 a 1. Parecía que el marcador no se abriría, pero a los 18’ Abdala marcó para el Ciclón (la pelota se desvió y descolocó a Valdano). Y cuando el local ya pensaba en el descanso, súbitamente fue penado con una sexta falta, a cuatro segundos de la chicharra. Domínguez se hizo cargo de la ejecución y señaló el empate parcial.
San Lorenzo intensificó su búsqueda ofensiva en el complemento, pero una contra bien resuelta por el propio Domínguez a los 2’, implicó el 2-1 para la visita. Acto seguido, Bagnato aprovechó una salida en falso de Valdano y puso las cosas 2-2.
Los dirigidos por la dupla Sandívar- Fernández no cesaron de presionar, pero se encontraron con limitaciones propias y virtudes de su rival, que se defendió con solvencia y contragolpeó cuando tuvo la ocasión de hacerlo.
No extrañó entonces, que Zamboni señalara el 3-2 a los 10’. Lo que sí fue una sorpresa fue la espectacular concepción de la jugada previa, una maniobra en la que el juvenil centralista se sacó a dos adversarios de encima y en una baldosa, sacó un certero remate que Puñal apenas vio pasar. De inmediato San Lorenzo reinició el juego, pero la visita recuperó el balón y segundos más tarde, Potente vencía a Puñal con otro violento disparo. El golpe de nocaut llegó un minuto después: desde la puerta del área fue nuevamente Domínguez el encargado de establecer el 5-2 con otro tiro a quemarropas.
San Lorenzo de pronto se encontró tres goles abajo y en una estrategia desesperada, Zullo pasó a jugar de arquero. El amor propio del Ciclón logró que Central fuera arrinconado en su campo, pero el pibe Valdano, reivindicándose de su error inicial, clausuró su arco, tapando varias pelotas de gol. La sensación de que San Lorenzo no merecía irse con las manos vacías era cierta, aunque también a Central el plan trazado (replegarse y aprovechar las falencias contrarias) le salió a la perfección. Por lo tanto, restarle méritos sería un error.A los 16’, luego de mucho insistir logró descontar Busti –un muy buen proyecto de jugador- pero la suerte azulgrana ya estaba echada y faltando pocos segundos, Potente rubricó el inapelable 6-3 con un tiro por elevación que partió desde el mismísimo área rosarino.
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