EL EMPATE TUVO MEJOR SABOR PARA KIMBERLEY

Gustavo Villegas en acción. La labor del “Vili” fue fundamental en la reacción de Kimberley, que perdía 2-0 y empató 3-3 como visitante de Ferro.

Con varias bajas de consideración (los lesionados Basile y Rodríguez; y Borrego afectado a Colegiales en cancha de once) Kimberley se presentó ante Ferro. Los locales tuvieron un mejor arranque e inclusive daba la impresión de que podía haber goleada en la cancha de Estrella de Boedo. Sin embargo, los dirigidos por Condorito González reaccionaron a tiempo y se aferraron a una igualdad que, con tantas ausencias, tuvo gusto a triunfo.
A los 5’ Amas y a los 6’ Salaño llevaron a 2-0 la cuenta para los Verdolagas, que jugaban bien y justificaban el marcador. A los 12’, descontó Buchet y le puso un manto de incertidumbre al trámite. Pero a pesar del tanto, Ferro siguió siendo superior y si no logró aumentar, se debió a la excelente tarea del arquero Gándola.
En el segundo tiempo las cosas empezaron a cambiar. Kimberley se adelantó y en parte, le quitó protagonismo al local. En ello, mucho tuvo que ver la experiencia de Villegas, quien a pesar de sus 33 años se movió por la cancha con la frescura de un pibe de 20. El “Vili” llevó de la mano a sus compañeros en busca del empate, cosa que a los 5’, consiguió Castro (otro cuya actuación fue buena) al conectar un balón en el segundo palo.
A partir de allí, el partido creció en emoción. Ferro, tocado en su amor propio, salió con ímpetu a buscar el triunfo y a los 11’, Morales estableció el 3-2 con otro gol en el segundo palo.
El vibrante ida y vuelta que el desarrollo adquirió por esos minutos, fue lo mejor que tuvo el partido, cuando eso parecía algo lejano en el inicio, debido a la superioridad del equipo de Meirama. Y coronando su actuación para el aplauso, Villegas logró el empate definitivo a los 16’, capitalizando otro centro atrás y derrotando a Dalio.
En el final, se vio a un Ferro que en vano, intentó torcer el rumbo. Por más que el Verdolaga apretó, Kimberley se refugió en torno a Gándola y logró conservar un 3-3 que tuvo cierto sabor heroico.