Las sonrisas sintetizan la buena noche de Independiente, que derrotó a River con un inapelable 5 a 0.
Una gran actuación le permitió a Independiente golear a River en condición de visitante y sumar tres puntos gracias a los cuales puede aspirar al subcampeonato. Si mañana Caballito Jrs. no vence a Boca, los Rojos serán escoltas de Pinocho en la tabla final del Apertura. En tanto River, que de haber ganado no dependía de ningún resultado para terminar como subcampeón, no tuvo una buena noche y cayendo sin atenuantes se despidió de esa posibilidad.
Hasta los 9 minutos el trámite fue equilibrado. Ambos equipos se repartieron en forma pareja el dominio y las situaciones de riesgo. Pero bastó que en ese minuto Borruto abriera el marcador - capturó un balón perdido en el área y sometió a Gramuglia- para que la balanza comenzara a inclinarse a favor del equipo de Artero, que evidenció un acertado rendimiento, tanto colectivo como individual.
A los 17’ aumentó D’Otolo -fusiló a Gramuglia desde el borde del área- y con ese 2-0 culminó la primera etapa.
En el complemento River intentó poner más empeño en busca del descuento. Pero no encontró los caminos. La defensa rival se los fue cerrando, apoyada en la sólida tarea de Loreto. A esa eficiente labor, Independiente le sumó contundencia ofensiva. Y en ese sentido, el estandarte principal volvió a ser Cristian Borruto, quien se transformó en una pesadilla para la River y fue el autor del tercer gol visitante, apenas se inició el complemento.
Ese tanto, llegó junto a la certeza de que sería muy difícil que Independiente no fuera el ganador. El resto del segundo tiempo sirvió para que esa idea se confirme. El Rojo continuó siendo el más práctico y por eso no extrañó que pronto Hiza elevara el marcador a un inapelable 4 a 0 .
Cuando quedaban tres minutos, Loreto le puso la frutilla al postre a su actuación, convirtiendo un gol desde su propio campo, con todo River (inclusive el Chino Cabral, que ya jugaba como arquero) adelantado: 5 a 0 y final. Tras la chicharra, alegría por un lado, preocupación por otro y, para ambos, la obligación de ir pensando en el Clausura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario