septiembre 26, 2013

UN JUGADOR DE FUTSAL PUEDE SER UN ATLETA DE CRISTO

Héctor Masters, el presidente de Atletas de Cristo en la Argentina, da charlas a planteles de todos los deportes. "Ganar en la cancha puede ser una consecuencia. Pero lo que más buscamos es que el jugador tenga paz y sea feliz. No sólo un resultado".  
Los jugadores y entrenadores de nuestra actividad también pueden ser parte de Atletas.

“Cada uno asume el compromiso de vivir de acuerdo a la palabra y voluntad de Dios. También buscamos hacer una especie de prédica con el ejemplo y mostrándonos al mundo orgullosos de ser Atletas de Cristo”, afirmó Fabio Giménez en una nota en 2007. Fabio es el hermano de Leo -actual jugador de Alvear- y también jugó futsal en Racing, más allá de haber tenido una larga trayectoria en fútbol de campo.
El movimiento nació hace un tercio de siglo en Brasil y hoy nuclea a miles de deportistas de diferentes disciplinas y nacionalidades.
En nuestro país, su presidente Héctor Masters, conversó con La Voz del Futsal. «Hace dos años asumí la presidencia. Anteriormente, lo era el Flaco Vivaldo y vamos intercambiando la tarea. Mi función, más allá de pastor y presidente, es entrenar liderazgo en Argentina y Latinoamerica. Nuestro sueño es tener deportistas que manifiesten su fe en Dios en todas las disciplinas en todo el país, en cada ciudad».
-¿Por qué tantos deportistas concurren a Atletas?  
-Hay momentos donde se siente un vacío y surgen cosas que un deportista de elite no puede controlar: fama, dinero, presiones, tentaciones...
-Desde afuera tal vez pareciera que esa gente no tiene problemas.
-Claro que los tienen: valen millones de dólares; pero si juegan mal un tiempo quizás quedan devaluados, económica y moralmente. Son insultados y de pronto para la opinión publica pueden pasar de estar en la gloria, a no servir para nada. En Dios uno encuentra las respuestas y la contención a muchas de esas dificultades.
-La gran mayoría de los deportistas, como los de futsal, no son de elite.
-Por supuesto. Pero entre uno amateur y uno de alto rendimiento, no hay grandes diferencias en ciertos aspectos. Tentaciones como la droga y alcohol, están en una y otra punta. Pero sí, el más chico quizás es el que más complicado está. Hay una fuerza que lo atrae al deporte y otra que trata de destruir su carrera. La Biblia dice que tenemos un enemigo, que siempre va a ir como fuerza opuesta. La gente no ve lo que sucede en el corazón de un deportista, que también muestra una coraza: hace una actuación de la vida, pero la realidad es que está bajo una presión increíble. El diablo se aprovecha de eso; se hace un festín con el que no está orientado.
-¿Atletas de Cristo apareció para orientarlo?
-Claro. El don que Dios le otorgó al deportista es que donde esté, sea un modelo. Que trate de ser el mejor en su actividad, pero que por sobre todo, sea un ejemplo social, y mostrarle a otros que se puede jugar bien, y sin caer en los vicios o el desorden sexual, como Dios manda. Hay principios y valores para el deportista. Eso es lo que nosotros, en Atletas de Cristo, tratamos de explicar.
-¿Es sencillo para ustedes llegar al deportista?
-No. Aún para la Palabra de Dios no es fácil llegar hasta ellos. Para la Iglesia, ya sea Católica o Evangélica, no es fácil decirle a un plantel: «Estoy acá para hablarte de Cristo», que hay un manual que Dios dejó para tu vida o que hay un consejo para las presiones que están viviendo. Y la otra pregunta es: si llego a tener acceso, ¿qué hago? ¿cómo lo utilizo? Nosotros, a través de tantos años, hemos hecho cosas bien y mal. Por eso estamos entrenando liderazgo para poder llegar a un deportista como un consejero, o un entrenador de vida.
-¿Cómo te presentas si vas a charlar con un equipo?
-Como un capellán deportivo, alguien que viene a animarlos, a darles consejos. Yo soy un cristiano. No te voy a convencer acerca de una religión. De lo que sí hablo  es de una relación con Dios. En la cultura deportiva hay mucha religiosidad, que es una exageración de la religión. También hay cábalas que desvían el verdadero lugar en donde se debe poner la fe de cada uno.
-¿Encontraste oposición?
-Hay jugadores que prefieren no presenciar las charlas. Pero en general sí lo hacen y hasta los técnicos se quedan. No son prédicas bíblicas sino un pensamiento, una opinión. Eso sí, con la profundidad del corazón de Cristo. Una vez fui a Tristán Suárez. Un jugador emblemático no quería estar. Se iba al baño pero igual escuchaba todo. Tres reuniones después volvió y dijo: "Tenes razón, comparto lo que decís". Así nació una amistad con Atletas de Cristo. Y lo más importante es que su relación se afianzó con Dios y pudo experimentar la mano de Dios respondiendo algunas inquietudes.
-¿En qué se nota el cambio después de las charlas? 
-En que la actitud en la cancha es distinta. Tiene mejor información de cómo ser un buen deportista, el que sí la escuchó. De todas formas el mejor resultado no es el de la cancha, sino el de la vida. Ganar el domingo puede ser una consecuencia. Pero lo que más buscamos es tener paz, ser felices, una familia en orden. No sólo un resultado. Porque que conozcas a Dios no hace que  ganes un partido, aunque también El hace sus milagros.
-¿De qué más se habla con un plantel? 
-Yo hago hincapié en que uno es tripartito, un alma y un espíritu al que Dios le dio el regalo de estar en un cuerpo privilegiado. Que vos vas a ser un deportista total si te entrenás física, táctica y también espiritualmente. Y eso pocos lo hacen. Casi ningún DT del país permite un entrenamiento espiritual en Dios. Pero muchas veces permiten las sectas y adivinos.
-¿Por qué?
-Les da vergüenza, tienen miedo o creen que es imponerles una religión. Pero es un error: Dios no es una religión sino una relación y el deportista necesita una relación con Dios para estar contenido. Eso queremos alcanzar.
-¿Qué pasa con las cábalas?
-Están enfrentadas a Dios. No sirven. Muchos las usan y está demostrado que ponerse siempre el mismo saco no te hace ganar. Lo mismo pasa con entrar con determinado pie, ponerse una hoja de ruda o rezarle a una imagen. Tampoco, esos sacrificios con gallinas o plumas.... Lo único que te ayuda es lo que tenés en tu corazón. Las cábalas desvían que debería ser hacia Dios. Ahí tiene que estar toda la potencia de nuestra fe. No hacen falta los sacrificios, porque el sacrificio ya lo hizo Cristo. Aparte el ritual te pone una carga: que si no lo hiciste te va a venir una maldición.... Todo mentira. Pero bueno, hay que respetar lo que cada uno cree, hasta que Dios le traiga la verdad. Entonces, en algún momento entenderá que la cábala no le sirvió. Hay un montón gente en Atletas, que era cabulera.
-Supongamos que un jugador de futsal quiere participar de Atletas o un técnico desea que vayas a charlar con un plantel. ¿Qué tiene que hacer?
-Simplemente nos mandan un mail. De acuerdo a dónde vivan les damos una dirección para que asistan a los grupos. Algunos funcionan en lugares prestados por iglesias, por un tema de costo. Otros tienen la posibilidad de tener un salón para que no se identifiquen tanto con una iglesia en particular. Con los técnicos, lo mismo.
-¿Tienen que pagar algo?
-En absoluto. El concepto es que estamos para proclamar la fe en Dios. Para llevar la buena noticia, la esperanza de vida esta en Jesucristo. Les damos una oreja para escucharlos, una entrevista para aconsejarlos. Nos preparamos para servirlo y ayudarlo, no para pedirle.
-En síntesis, ¿qué son?
-Una agrupación que ama al deportista. Que quiere llevar el mensaje de Cristo hacia al deporte y a través de él, para que la sociedad vea un deportista consolidado que ame a Dios y que sea un ejemplo de vida a imitar. No somos un equipo de fútbol. Tampoco una iglesia.
-¿Alguien que va a Atletas sale siendo predicador?
-No. Un Atleta no necesita ponerse a predicar; tiene que jugar su deporte y vivir dentro y fuera de la cancha en integridad. Si la gente ve que ama a Dios quizás también quiera ser como su ídolo deportivo y si es necesario, el Atletas de Cristo también va a hablar.

PARA CONTACTARSE CON ATLETAS DE CRISTO: 
E-mail: masters.hector@gmail.com
facebook: Atletas de Cristo
O a través de lavozdelfutsal@hotmail.com

 Fabio Giménez y familia. El hermano de Leo (actualmente el Alvear) es uno de los integrantes de Atletas de Cristo de nuestro país.
El colombiano Radamel Falcao es otro de los miles de deportistas miembros de Atletas de Cristo.


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