-¿Qué piensa del año futbolístico de la Selección?
-Que ha sido mejor de los que esperábamos con Diego cuando empezamos. Hubo muy buena respuesta de los jugadores. No es un trabajo fácil cambiar totalmente el juego, con tanta intervención del futbolista, determinando el juego que más le conviene. El jugador argentino es vago para pensar. Y al principio, no creímos que lo harían tan bien.
-¿Qué opina de Giustozzi como DT?
-Lo que uno pensó cuando lo llamó, es que ha estado mucho tiempo en la Selección, yo lo veía comprometido con el trabajo y me gustaba porque aportaba ideas interesantes. Es el que estuvo en el exterior, con más experiencia en cuanto a los técnicos que lo dirigieron, sobre todo en España, cuando fue dirigido por tanta gente renombrada. Ahí aprendió la dinámica y la impronta que tiene el futsal español, que es más importante que el brasileño en la parte táctica. Lo que pasa que el brasileño tiene buenos jugadores y con eso consigue los éxitos.
-¿Por qué también lo llevó al Sub 20?
-Es un desafío. Lo pusimos porque cuando los jugadores grandes pierden contacto con él, yéndose a sus clubes o volviendo al exterior, tienen que adaptarse a sus lugares de origen. Entonces, si regresan a la Selección, les cuesta agarrar otra vez la onda. Eso se procuró remediar con este cambio. A los que son más chicos, supongo que las enseñanzas le quedarán mejor grabadas en el disco rígido, dado que su contacto con el entrenador será más constante. Vamos a ver si en este campeonato, se empieza de alguna manera a ver el fruto de ese trabajo
-Hablemos del estilo de juego. ¿En qué se diferencia concretamente del que proponía usted?
-Aparte de ser diferente porque Diego propone robar la pelota adelante, también le da opciones al jugador para tomar decisiones con variantes. Eso es bueno. Acá estamos acostumbrados a que al jugador se le dice: «Tenés que jugar rotando. O 3-1 con pivot». O de la manera que sea. Ahora, de acuerdo a las circunstancias, el jugador tiene que actuar con sus conocimientos y con su iniciativa. Que ellos tengan poder para resolver sobre la marcha es muy bueno. Ha sido imposible, generalmente, hacer mover a los jugadores argentinos sin pelota. Esto, en cambio, los obliga a estar en constante movimiento para producir situaciones de pase.
-En lo personal, ¿cómo se siente en la función de coordinador?
-Bien. Este cambio no me afecta mucho. Estoy intentando mantener un estilo con el que Diego está de acuerdo, que pasa por la disciplina y el buen comportamiento. Por supuesto, estoy contento por Diego. Como ya dije, yo sabía lo que era capaz de dar, pero no imaginaba que pudiera haber resultados tan pronto. No sólo con los chicos de acá sino también con los de Europa, que apenas tuvo un par de días para estar con ellos.
-Considerando lo ocurrido en este año, ¿se achicaron las diferencias con relación a Brasil?
-Hasta ahora sí, lo que pasa que hay que entender que si jugamos con los chicos del torneo local, la parte física y la logística, no tienen nada que ver en relación a las selecciones más importantes del mundo. Las exigencias que implican hacer este tipo de juego, pueden provocar que el cansancio pueda influir en contra. Con los jugadores del exterior, que son cien por ciento profesionales, es distinto. Y con el tiempo, se irá progresando más y más. Es difícil por la idiosincracia que tenemos, aunque una vez que el jugador se acostumbra, se le facilita. Gracias a los últimos partidos, quedó demostrado que no será tan fácil que Brasil nos gane con tanta continuidad como antes.
-¿Qué se viene en 2015?
-Estamos trabajando con vistas a la Copa América. El 11 y 12 de febrero, además, vamos a jugar a España un par de partidos, y en julio cuando estén los chicos acá de vacaciones, vamos a ver si enfrentamos a Paraguay, ya preparándonos para las Eliminatorias de febrero de 2016. Después del fallecimiento de Julio se complicó un poco parte económica, pero lo del año que viene por lo menos, está confirmado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario