Los altibajos caracterizaron la trayectoria de los Carceleros. Su Comisión, con la política de tercerizar la actividad, fue cediéndosela a diversos grupos. Así, con resultados satisfactorios, estuvo en primera instancia Carlos «Charly» Fernández en la dirección del proyecto. Cuando se marchó a Huracán, Omar González asumió y un abrupto bajón terminó en el descenso de 1999. Volvió a Primera en 2002. La familia Lavezzi ya había desembarcado en Devoto y bajo su mandato, Lamadrid obtuvo los mejores réditos. No sólo logró el ascenso sino que en la «A», el equipo permaneció en posiciones de privilegio en repetidas ocasiones. En la capacidad goleadora de Fernando Lavezzi radicó gran parte de su eficacia. En 2006, la familia se marchó (Luis, el padre, era su DT) y en el club se suscitó un desfile de entrenadores: Roberto Feler, Guillermo Freire, Silvio Ferraris, Fabio Pérez, Diego Baliña, Martín Villar, Aldo Campos y Sergio Molina. Pero la falta de continuidad en los planes de trabajo, trajo aparejada una progresiva disminución del promedio. En 2009, evitó el descenso al salir triunfante en la Promoción. Un año después, en la misma instancia, no logró eludirlo.
Gabriel Tancredi, que llegaba de Social Allende, desembarcó en Lamadrid en 2010. En algunos torneos fue protagonista en la lucha por regresar a la A. Pero tres años atrás su posición en la tabla lo condujo a descender a Primera C, categoría en la que en esta temporada, acumula tres victorias y tres derrotas.
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