Martín Garnica coordina la actividad en J. J. Urquiza y dirige su primera división.
Un buen comienzo y un posterior bajón caracterizaron el debut de Justo José de Urquiza en el torneo de la D. Su técnico, Martín Garnica asegura: “El campeonato lo arrancamos con muchas ínfulas, pensábamos que íbamos a ascender tranquilamente y de repente nos encontramos con todo lo que es el mundo AFA, en lo reglamentario, en la disciplina... Tuvimos que atravesar la sanción del estadio para la primera. Hubo cosas negativas y positivas”.
Además de dirigir la primera, Garnica está a cargo de toda la actividad. “De tercera a octava para mí son dos cosas diferentes, con relación a la primera, donde prevalecen los resultados. En inferiores estamos muy orgullosos de lo que logramos. Hemos tenido muy buena conducta, los padres están comprometidos con el club y los chicos, identificados con la camiseta y hasta se quedan a ver la primera. Esto lo conseguimos en sólo tres meses, porque iniciamos el camino de cero en las divisiones menores”.
A principio de año, un acuerdo con la Universidad de Tres de Febrero, llevó a Urquiza a competir de manera conjunta con esta institución. “Se alinearon los intereses de todos -cuenta el coordinador-. Por un lado, la Universidad de Tres de Febrero el año pasado participó en LAFA. Teníamos claro que era el paso previo para llegar a AFA. Por otro lado, Urquiza es un club directamente afiliado y ya había estado en futsal de AFA. Yo fui el nexo, ya que estudié para licenciado en gestión deportiva en la UNTREF y conocía al club por haber entrenado ahí. La Universidad apoyó con el pago del canon y los gastos de la jornada de primera, mientras el club aporta su estructura de inferiores y su experiencia en AFA. Así se pudo lograr una unidad sólida, sin grandes falencias en lo que tiene que ver con lo de afuera, y con buena proyección. Luego, lo deportivo lo determinan los jugadores y los entrenadores.
-¿Adónde apuntan?
-Tratamos de pensar siempre en el partido siguiente, ese es el mensaje que yo trato de bajarle al grupo. Muchos chicos, siendo el primer año que jugaban a esto, pensaban que se llevaban todo por delante. Pero igual el sueño de ascender está latente. Este grupo es muy parejo, por eso la meta es quedar lo más arriba posible.
-¿No hay temor a la desafiliación?
-En eso no queremos ni pensar, sería fatal para nuestro proyecto. Nosotros confiamos plenamente en el plantel, tenemos jugadores de muchísimo nivel. Eso quedó opacado por la racha del final de la primera rueda, pero vamos a dar que hablar de acá hasta que termine el campeonato.
-¿Los sorprendió el rigor de los árbitros?
-Tenemos jugadores que consumen mucho fútbol de once por televisión y quizás desconocían cómo es la relación entre los futbolistas y árbitros; lo mismo que los hinchas y los delegados. El futsal es otro mundo.
-¿Estás de acuerdo con que sea así de estricto?
-Creo que es sano cómo maneja AFA al futsal. Es la única manera de mantenerlo controlado, con un reglamento muy riguroso y estricto, para que todos bajemos un cambio. Obviamente, lo tienen que pagar los inexpertos, y a los que más allá de su trayectoria, se le sale la chaveta. No nos pasa sólo a nosotros sino a jugadores de la A, inclusive. Hay que entender que se debe dejar todo en la cancha, pero con el máximo respeto. Sólo así se puede progresar en esta disciplina.
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