El cambio de timón en el cuerpo técnico de Morón, provocó la vuelta de Juan Carlos “Oso” Castillo, un viejo conocido del club y de toda la zona Oeste. Demián Alaniz había sido el último entrenador del Gallo, pero por diferencias con la dirigencia se alejó, llegando la comisión de futsal del club a un acuerdo con Castillo, que debutó con un triunfo ante Argentinos y días después, cayó ajustadamente ante Banfield, que llegaba como líder de la Primera B.
“Ya me habían ofrecido antes el puesto, pero por razones laborales se me complicó”, señaló el Oso. “Ahora acomodé los horarios y estoy más tranquilo”, agregó el hombre que llegó acompañado de un DT y preparador físico de vasta trayectoria en la actividad: Daniel Martínez.
“Yo me dedico a organizar torneos en la zona Oeste. Me está yendo bien y por eso no podía, aunque la tarea la delegué en mi hijo y eso me permitió aceptar la propuesta que me hicieron esta vez”, explicó.
Castillo había tenido ya un paso por el Gallo, también en las inferiores. Además, dirigió a Hurlingham y a Villa Tesei, uno de los equipos pioneros de la zona, ya que intervino en el futsal a comienzos de la década pasada, cuando ni Hurlingham ni Morón estaban inscriptos todavía: “El futsal al Oeste lo traje yo, junto con Daniel Canella. Nosotros iniciamos a Tesei en el 2003. Muchos de esos jugadores siguieron en la actividad a pesar de que el club no jugó más. Algunos eran de las inferiores. Por ejemplo, Martín Inzaurralde estaba en la quinta división. Es el mismo chico que a principios de este año armó el Selectivo de Hurlingham con un montón de pibes conocidos. A veces me llaman y a mí me enorgullece que hayan llegado a cosas tan importantes”.
En relación a Morón, afirmó que las expectativas son las de pelear por un lugar en los playoffs. “Al equipo lo vi bien y creo que es factible. Tenemos un plantel largo, son cerca de 24 jugadores. Muchos no estaban jugando últimamente y volverán a ser tenidos en cuenta. Pero al margen de eso, no hicimos grandes cambios”.
El flamante técnico contó que a punto estuvieron de perder la oportunidad de fichar los dos refuerzos de mitad de temporada: “Hubo variantes en nuestra Comisión y por un malentendido, llegó el último día y no sabíamos que vencía el plazo. Al final, sobre la hora conseguimos anotar a los jugadores. Son dos chicos que vienen de fútbol de campo del club. Uno es arquero. Casi arregla Chiche Migliardi -histórico arquero de cancha de once de Gallo- pero después no se dio”.
El Oso comenzó el curso de técnico hace un tiempo, pero sólo hizo el primer año. “Tuve que dejar por razones personales. No podía dedicarle la atención que necesitaba. Igual, siempre está latente la idea de retomar. Veremos si el año próximo se da...”
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