HOY:
Lugano (1996-2001).
El de los años 96-97 fue uno de los más grandes equipos de la historia. En el Apertura 97 coronó esa supremacía consagrándose campeón con jugadores de calidad excepcional: Daniel Martín, Mariano Tallaferro, Rodrigo Petillo, Diego Giustozzi, Nicolás Noriega y Jorge Martínez en el arco. Y hasta el veterano José Luis Lamela, quemó sus últimos cartuchos con esa camiseta. Dirigido por Alberto Marigonda, practicaba un futsal vistoso, basado en el talento de sus integrantes. Durante su período de apogeo, ese estilo confrontó con el que implantó el Boca de Larrañaga, más sujeto a la táctica y la planificación que a la técnica individual. Una ruptura interna determinó que se desarmara parte de su plantel (varios firmaron para Atlanta) a partir del 98, con lo que fue perdiendo terreno. La decadencia se acentuó sobre el comienzo de la nueva década, con el descenso de 2001 como desenlace.
Como la afiliación de Lugano era en realidad una pantalla que usaba el club 25 de Mayo, de Martínez, que así competía cuando todavía regía la veda para las entidades barriales, el descenso le permitió inscribirse con su denominación original, y a partir de 2002, en la B, prescindió de la entidad de AFA y se convirtió oficialmente en 25 de Mayo.
Mitre (2000).
Ubicado en una zona cercana a la estación Miguelete, Ferrocarril Mitre es uno de los tantos clubes del partido de San Martín que pasó por el futsal. En su caso, su rendimiento fue malo en la primera rueda; y mejoró en la segunda, aunque no llegó a clasificar para el Reducido. Su plantel estaba compuesto por varios futbolistas que estuvieron más adelante en Las Heras, como Víctor Peñalbel y los hermanos Pablo y Adrián Gutiérrez. Lo dirigía Silvio Benítez, que firmaría en 2001 para Independiente.
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