América del Sud comenzó su participación en 2005. Ese mismo año obtuvo el ascenso a Primera, al vencer a Modelo en la Promoción. Sólo disputó un campeonato en la división superior y descendió. Pero al cabo de otra temporada en el ascenso, le ganó la final del torneo a Kimberley y nuevamente dio la vuelta olímpica. En Primera desde 2008, rápidamente dejó de pensar en los promedios para aspirar a objetivos mayores. En la actualidad, es uno de los equipos que ingresaría a los playoffs si culminara hoy el Apertura. «Estamos realmente satisfechos por el crecimiento que tuvimos últimamente», asegura Antonio Rosa. «El hecho de afirmarnos en la A cinco años después de haber entrado a la discplina, significa que las cosas se están haciendo bien», agrega el directivo, quien además representa a su club en la AFA.
Pablo Squillace, preparador físico del plantel superior y coordinador de la actividad, añade «Se logró un progreso importante, pero este año es de transición. Recién en 2011 trataremos de dar ese salto de calidad que consideramos necesario. De todas formas, en este torneo el objetivo clasificar para los playoffs y llegar lo más alto posible». La meta planteada por Squillace, tiene que ver con algo concreto: «Estamos moviéndonos para darle al futsal un grado de profesionalismo acorde a lo que se viene dando en general. La idea es encontrar gente que confíe en la actividad y conseguir en base a auspiciantes un incremento para el presupuesto. Eso nos permitiría reforzarnos a otro nivel. A los jugadores, cada vez más, los tenés que seducir por el lado económico. El amor a la camiseta existe, pero si querés lograr ese salto de calidad, tenés que manejar otros valores».
Si hay algo que distingue a la entidad del Parque Avellaneda, es la eficacia de sus divisiones inferiores, que generalmente son protagonistas en todas las categorías y gracias a las cuales, la primera división ha podido nutrirse. En este 2010, los que llegaron de afuera son cuatro: Costantino Vaporaki -a préstamo- y Maldonado (Boca); y Quevedo -a préstamo por dos años- y Marcone (Pinocho).
El premio por partido ganado es de 80 pesos por, más allá de dos premios dobles por torneo, designados por la dirigencia. Hasta el momento, se usó uno de ellos: el de la victoria ante Pinocho. «Según lo planificado, esperamos que a partir del año que viene, todos puedan cobrar aparte del premio, también un viático fijo mensual», señala Squillace. A través de sus palabras, se vislumbra que la ilusión es grande. En diciembre, vencen los préstamos de Alamiro Vaporaki (Pinocho) y Trifone (Boca), dos jugadores muy importantes cuyo retorno dotaría a los del Parque Avellaneda de parte de la jerarquía tan deseada. Pero no son los únicos futbolistas surgidos de América que juegan en otros lados. También están Sequeira y Pugni (UGAB); Cancelo, Valentini y Maramarco (All Boys); y Amata (Los Muchachos).
Mientras tanto, los motivos para estar contentos no son pocos. «Económicamente el club está bien -dice Antonio Rosa-. La disciplina se autofinancia gracias a recursos genuinos, como ser la numerosa cantidad de público que nos sigue y paga su entrada, o los ingresos que genera la cancha, que alquilan UGAB, Newbery, los veteranos y algún otro equipo en forma eventual».
El excelente momento de las inferiores, que tiene punteras nada menos que a tres categorías, vuelve a salir a la luz en la charla: «Los únicos secretos son el trabajo, el buen pie de los jugadores y un manejo de grupo adecuado», puntualiza Squillace. «La coherencia en el criterio de juego también es fundamental. Aspiramos a que desde arriba hasta la última división, se siga una misma línea», explica Rosa. Squillace completa: «Los entrenadores de inferiores, con excepción de Adrián Prieto, estudian educación física y son jugadores de la primera. Con esto procuramos generar una gran identificación con el club, tanto de parte de los técnicos como de sus dirigidos».
«El club apoya muchísimo», continúa Rosa. Una de las pruebas más evidentes, es un gimnasio de aparatos y el natatorio que los planteles de primera a quinta, utilizan de modo exclusivo dos veces por semana. «No tenemos nada que envidiarle a ningún club», concluye Squillace, a la espera de ese salto de calidad que tanto ansían jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas.
QUIEN ES QUIEN
Primera: Mariano Gómez (DT); Pablo Squillace (PF).
Tercera: Pablo Squillace (DT).
Cuarta y Quinta: Adrián Prieto (DT).
Sexta, séptima y octava: Mauro García (DT).
Promocionales: Nicolás Itri y Mauro García (DTs).
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