El «Peluca» Moirano (izquierda) dirige a Parque y juega en Newbery, dos equipos que podrían enfrentarse para definir la continuidad de uno o el ascenso de el otro.
Por primera vez en el año Parque logró ganar dos partidos consecutivos. Por eso, su técnico Juan José Moirano estaba exultante tras la victoria ante Argentinos (N. de la R: el reportaje se realizó antes de la derrota de anoche ante 17 de Agosto). Y bastó que le formuláramos la primera pregunta para que con un largo monólogo, arrancara esta nota: “Esto de ganar dos veces seguidas no se dio sólo porque vine yo, sino porque los chicos y toda la gente del club está dejando el alma para salir de este momento difícil. Ahora, ganando un par de partidos más nos estaríamos asegurando evitar el descenso directo. Estamos lejos de zafar de todo, eso sí. Lamentablemente nosotros no agarramos el equipo antes... No estábamos de acuerdo con la Comisión en algunas cosas. Pero si bien pensábamos diferente, hoy estamos todos unidos y tirando para el mismo lado. Tenemos la suerte de tener un arquero de Selección (Steccato) y dos o tres jugadores experimentados, junto con varios chicos de una tercera campeona. En este plantel confío a muerte, de lo contrario no hubiera agarrad. Cuando hace un mes me ofrecieron ser técnico me dijeron claramente que estábamos en Promoción. TEndríamos que ponernos mejor físicamente, porque al llegar con el profe estábamos muy mal en ese aspecto, y consiguiendo eso me tengo una fe enorme para que Parque llegue a esos partidos de la mejor manera posible y se quede en Primera”.
-Estás jugando en Newbery y concés bien el campeonato de Segunda. ¿Cómo ves el panorama?
-Bien. HAbrá que dejar el corazón. La B es muy difícil. El juego es mucho más brusco.
-Esta primera experiencia como DT, ¿cómo la vivís?
-El año que viene voy a hacer el curso porque no me quiero desligar de esto cuando deje de jugar. Este año en PArque, al comienzo del torneo, pedí colaborar en la quinta junto al Bocha Pansardi y mirá dónde estoy hoy. Quiere decir que las cosas medianamente las vengo haciendo bien. Esto me encanta. Obviamente que en el futuro aspiro a dirigir en cancha grande, aunque por el momento esto es muy lindo para mí.
-¿Cómo te definís como entrenador?
-Soy más motivador que táctico, toda la vida. Yo dirijo como juego: de manera muy temperamental. Acá en futsal está todo inventado. Son cosas básicas que las podés ir perfeccionando. Pero nada más. Lo que yo aprendí, lo aprendí en cancha grande, en las inferiores de Argentinos, al lado de Ramón Maddoni. Que me haya enseñado él es algo muy lindo.
-¿Cómo ves el futsal en general?
-Pinocho es el mejor equipo porque tuvo un proyecto y no lo hizo de un día para el otro. Tiene todo lo necesario para que te vaya bien. Ojalá nosotros logremos algo parecido. No sé si llegaremos, pero al menos la cancha ya la estamos haciendo y ganas de crecer hay...
-¿Por qué te fuiste de Parque a jugar a Newbery?
-Yo decía que en el único club que jugaría sería éste. Pero apareció la propuesta de Newbery justo cuando por aquellos desacuerdos con la Comisión, yo había decidido irme de Parque. Acepté y no me arrepiento.
-La chance de que los dos equipos se enfrenten en una Promoción no es tan lejana. ¿Lo pensaste?
-Es una posibilidad y no la podés manejar. Tengo miedo de que se crucen. Ojalá nunca pase, pero si eso llega a suceder, ya hablé con la gente de Newbery y sabe que mi prioridad pasó a ser Parque, así como hasta hace poco era Newbery. Igual sería muy difícil para mí, una situación de m... Creo que no podría ni gritar los goles.
-¿Por qué?
-Newbery me dio mucho cariño y su gente se portó de modo espectacular conmigo. Pero Parque es el club de mi vida. Lo amo. No estoy por plata sino de corazón, al igual que los pibes que se quedaron a luchar en este equipo. Hoy todo el mundo hace las cosas por plata, por eso lo nuestro tiene más valor. Esperemos que podarnos quedarnos en Primera y en lo personal, sumar mi granito de arena para que Newbery también suba.
-¿Qué tiene Newbery para estar dónde está?
-Estamos haciendo una segunda rueda espectacular. El grupo empezó a conocerse mejor a partir de ese momento y el equipo se fue ensamblando. Vamos bien encaminados.
-Habiendo sido uno de los jugadores que más veces vio la roja, últimamente no sufriste expulsiones.
-Es que estoy en un buen momento de mi vida. Amo a mi hijo Gianfranco, de 7 años, y a mi jermu, que me banca a morir (se quiebra, emocionado). Es difícil salir a las 8 de la mañana y volver a tu casa a las 12 de la noche, más todavía estando Agostina, una hija de siete meses que cuando me voy está durmiendo y cuando vuelvo, también. Lo mismo que a mis padres, que hace poco me bancaron en momentos muy complicados. Si hoy estoy acá es por ellos. Les estaré por siempre agradecido, al igual que a toda la gente de Parque, que no me dio la espalda cuando regresé.
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