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All Boys sufrió hasta el último segundo, pero en definitiva consiguió imponerse por 4 a 3 Banfield y continúa invicto en este Clausura. El panorama no pintaba tan complicado para los de Floresta, que llegaron ganar por 4 a 1 a pocos minutos del epílogo. No obstante, el visitante reaccionó y acorraló a los dirigidos por Peratta, que contaron con la colosal figura del Goma Ranieri para quedarse con tres puntos que además le sirven -y cómo- en su lucha por mantener la categoría.
En el primer tiempo no pasó gran cosa. Si bien se produjeron situaciones de gol en ambas áreas, sólo hubo un grito: el que Jorge Rossi señaló cuando iban 3 minutos de partido. El trámite fue más bien equilibrado en aquella primera etapa y All Boys pudo establecer la diferencia gracias al oportunismo del ex 17 de Agosto.
En el complemento se vieron las emociones más fuertes y seis goles (tres de cada lado) para todos los gustos. A los 5', se dio el más polémico de la noche: fue un 2-0 convertido por Broglio que todo Banfield protestó (ver Saldos...). A continuación, un Banfield que parecía adormecido, salió de su encierro movilizado por el resultado adverso, y llegó al descuento a los 11', por intermedio de un fortísimo remate de Escande.
El Taladro atacó con ímpetu en busca de la igualdad, pero los que cosecharon los frutos del oportunismo fueron los locales, que explotando los espacios generados aumentaron en dos ocasiones. El 3-1 lo hizo Avendaño con una gran media vuelta; y el 4-1 fue señalado por Curcio, que desde una lejana posición vacunó a De Battisti, que ya jugaba como arquero-jugador.
En los cinco minutos restantes, Banfield se la jugó a todo o nada. Siempre con De BAttisti como arquero, procuró ajustar las marcas al máximo y apretar a su rival con enorme amor propio. Como elemento ofensivo muy útil, contó con las subidas de Escande por derecha y los potentes remates del mismo jugador, que hicieron tambalear varias veces la defensa rival.
En base a ese esfuerzo del Taladro llegaron dos goles que colocaron una cuota inmensa de incertidumbre en los instantes definitorios. El 2-4 lo anotó Raigada de cabeza y el 3-4, lo convirtió Serra con un zurdazo cruzado de izquierda a derecha, a dos minutos de la chicharra. Subido al envión anímico, Banfield hizo méritos para acceder a la igualdad, pero chocó contra un inspirado Goma Ranieri, que ya había dado muestras de que sería muy difícil de vulnerar. Y efectivamente, el arquero "albo", a pesar de haber vivido una noche muy especial (ver Saldos...) se agigantó hasta volverse imbatible en esos instantes cruciales. Por él, en buena medida, All Boys terminó por adueñarse de una victoria que celebró intensamente.
SALDOS Y RETAZOS
Carlos Coronel, el máximo goleador del campeonato, no pudo anotar esta noche ningún tanto, ya que el Goma Ranieri le ahogó el grito de gol varias veces, ganándole un duelo de verdaderos pesos pesados. ¿Otra curiosidad? El Chueco no integra la foto del equipo publicada más arriba, pues salió del vestuario un rato más tarde. Por eso, cumplimos en subsanar la "injusticia" retratándolo en forma exclusiva.
La dupla Pate-Martínez Cuenca, muy sonriente en el entretiempo. En el complemento, tendría lugar la jugada más polémica de la noche: el juez principal convalidó el 2-0 para All Boys, ante los reclamos de la gente de Banfield, que aseguraban que la pelota impulsada por Broglio fue retenida por Aguirre antes de que superara la línea. Sin embargo, Pate dijo que el balón había ingresado al arco, cobrando el gol sin titubear.
Otra curiosa situación, se dio cuando por la lesión de Ranieri, un médico "alternativo" que se hallaba en la tribuna ingresó a atender al Goma, segundos después de que lo hiciera el doctor "titular". Se trata del padre del jugador Esparza, de la primera de All Boys. Dos opiniones, hacen más que una...
Lionel Ranieri, gran protagonista de la noche, tanto por sus "desventuras" como por sus atajadas. Primero, se vio afectado poco antes de salir a la cancha, por un malestar estomacal que le provocó vómitos en forma constante. El arquero siguió devolviendo en el entretiempo e inclusive en el transcurso del ST -con el partido parado-, se fue a un costado a vomitar. Pero lo más grave le pasó un par de minutos antes del final, cuando se sacó el hombro tras una espectacular intervención. Como All Boys no tenía guardavalla suplente, volvió al juego y, heroicamente, impidió que su arco cayera en los instantes decisivos.
El padre del Chueco Coronel suele ir a todas las cancha montado en su motocicleta. Esta vez, pese al frío y la llovizna, no fue la excepción. Y de regreso, hasta lo llevó a su hijo en la parte trasera. ¡Qué moderno!
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