Damián Facio es, seguramente, el jugador más emblemático de Justo José de Urquiza. Con 33 años, posée una trayectoria que arrancó de «grande» en el futsal, pues recién en 2006, con la casaca de Los Muchachos, empezó a relacionarse con la actividad. En el club de Madero estuvo hasta el año pasado, y a principios de 2012 se mudó a Urquiza para convertirse en uno de sus estandartes. En esta nota, habló del presenton la casaca celeste y repasó su carrera futbolística, que incluye un «casi-debut» en el fútbol profesional de Huracán:
«Tenemos algunos desajustes en la marca, por eso en los últimos partidos, se nos escaparon puntos muy importantes. Pero con el regreso de Rocha a la dirección técnica estamos contentos. Cada uno debe ocupar su lugar en un equipo. Tiene que estar el DT, el ayudante, el profe... Así que a partir de su regreso, vamos a poder hacer las cosas como corresponde. Ojalá este sea el inicio de una levantada. En el principio del torneo habíamos una campaña regular y esperemos volver a conseguirlo».
«Todavía podemos clasificar. Aunque hay que cambiar la mentalidad, aprender de los errores y tirar todos para el mismo lado».
«Mientras él estuvo alejado, tuve que cumplir la doble función de jugador y técnico, y la verdad que es muy complicado dirigir desde adentro de la cancha. Entonces me pasaba más minutos afuera. Igual, fue una experiencia buena. De todo se saca algo positivo. Obviamente, siempre para beneficio del equipo, lo que yo más quiero es jugar».
«Ahora que volvió Ale (Rocha) tengo más tiempo para estar en cancha. Me siento bien. Dentro de todo, mi estado físico es bueno. No sé si me gustaría bajar algún kilo de más porque mi cuerpo ya está adaptado al peso que tengo. No estoy muy excedido. Lo que sí, es que no vengo entrenando como yo quisiera. En ese sentido, tengo ganas de mejorar. No sé si me quedará cuerda para rato, pero para un par de años más, seguro».
«Los Muchachos fue una etapa hermosa de mi carrera. Si recuerdo aquellos buenos momentos, siento alegría. Dejé amigos a los que quiero mucho. Hemos peleado codo a codo y hecho muy buenos torneos. Pero todo llega a su fin. Hay cosas que no se olvidan pero se van superando con el tiempo. De todas formas, no le guardo rencor a nadie. El sabor amargo que me quedó es no haber podido ascender con Los Muchachos. El último año estuvimos a un pasito. No se dio por esas cosas del fútbol, aunque dicen que lo mejor, siempre está por venir».
«Mi experiencia en cancha de once fue algo único e indescriptible (se quiebra). Hice todas las inferiores en Huracán y llegué a primera, aunque sin jugar partidos oficiales. Pero integré varios planteles de Huracán en el ascenso y en la A, actuando mucho en tercera. Babington y Morresi eran los técnicos».
«En 2001quedé libre de Huracán y estuve seis meses en San Martín de Burzaco en la C. Pero la situación del país era muy mala. Por eso tuve que arremangarme y quedarme a trabajar en mi panadería, que es también mi laburo actual. Lo mejor para la familia era dar un paso al costado. En aquel entonces en la C no pagaban nada. Tenía posibilidades de seguir pero no me servía. Entonces me retiré y cinco años más tarde, arranqué con el futsal».
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