El emblemático capitán azulgrana Nicolás Valdés asegura que se irá a fin de año del Ciclón
«La pelota no entraba. Contra Glorias, Hebraica y Barracas generamos 40 situaciones de gol, pero las pelotas pegaban en los palos, los arqueros eran figura. Por ahí era un error nuestro que definimos al cuerpo... Pero la verdad que no sé qué más decir...»
De esta manera Nicolás Valdés intentaba explicar el arranque de San Lorenzo en el Clausura. Tres derrotas consecutivas lo llevaron a un lugar de la tabla que no muchos imaginaban. Claro, después llegaban los triunfos ante Agosto y Nueva Estrella, que le permiten acceder a una posición algo más decorosa, cercana a la mitad de la tabla. «En el Apertura éramos un equipo en formación. Ahora, que nos conocemos más, ya no tenemos excusas», admite el histórico futbolista azulgrana. «Es una lástima, porque para este año se trajeron jugadores, armamos un buen plantel. Teníamos la ilusión y la necesidad de pelear un campeonato, algo que hace mucho no pasa. Al menos yo, estoy acostumbrado a ganar y queríamos inculcarle eso a los chicos nuevos. Pero bueno, lamentablemente no se dio».
Valdés acepta que las chances de luchar en los puestos de vanguardia se evaporaron: «Ya estamos muy lejos. Ahora, lo que queda es tratar de terminar lo más arriba posible, esto es San Lorenzo y nos debemos a estos colores». Sobre la gestión de Fabián López, el capitán opina: «Con él, todo bien. Es un técnico que te deja cosas. Yo aprendí mucho con Fabián. Simplemente, no se están dando los resultados».
Según el entrevistado, ante este panorama «mi motivación pasa por transpirar esta camiseta en los últimos tres o cuatro meses que me faltan para irme. Después, cada uno tendrá su propia motivación».
De las palabras de Valdés, se desprende que éste será su último campeonato en la entidad que lo vio nacer y en la cual -más allá de un breve paso por Italia- hizo toda su carrera: «Ya está definido que en San Lorenzo no juego más». Las razones de su determinación, según explica a continuación, tienen que ver con un conjunto de cosas: «Lo más probable es que me retire. Me gustaría seguir, pero cuatro veces por semana se me hace imposible entrenar. Se me complica un montón por el trabajo y la familia. Dentro de poco voy a ser papá por segunda vez. La vida de casado me trata bien, diez puntos.... Es algo que elegí. Por eso, creo que es hora de dar un paso al costado en el club».
A pesar de lo expresado con relación a San Lorenzo, no descarta continuar ligado a la actividad: «Vamos a ver si quizás se puede ir a un equipo de la B, con menos exigencias. Pero acá ya se cumplió un ciclo y los dirigentes también lo entendieron. Saponare me dijo que esta es mi casa y yo puedo irme o quedarme hasta el día que quiera».
Del actual plantel, Valdés es el jugador con más presencias, puesto compartido hasta hace muy poco con Lucas Minutella, que jugó en el Ciclón hasta el año pasado. «Creo que con Luquitas no se portaron de la mejor manera, tal vez merecía irse de otra forma. De mi parte espero poder irme bien», se ilusiona el hombre que ganó varios títulos en su vida futbolística: «El balance de mi trayectoria es positivo -concluye-. Cuando arrancamos con De Nicola dimos varias vueltas olímpicas y si no pudimos hacerlo en estos últimos años, es porque el futsal, ya tiene otro nivel. Sin sponsors y una infraestructura como la de Boca por ejemplo, ya no podés pelear. ¿Mi mejor año? El 2006. Fuimos campeones y salí goleador con el Pollo Guariniello. Después, en 2007, en la Copa, también me fue muy bien».
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