«Estoy tratando de reponerme de la fractura de cadera, intentando recuperar día a día los movimientos. Pero bien...»
A pesar de de estar en una silla de ruedas, a Antonio D’Alessandro no le falta optimismo. El presidente de Newbery le contó a La Voz del Futsal los detalles de su accidente: «Yo hago todos los días 70 kilómetros de bicicleta. Ibamos en un pelotón, en colectora de General Paz , entre Balbín y Constituyentes. Estaban arreglando la calle y choqué contra una baranda. Cuando me levanté a pedalear para que no se me escapen los de adelante, no me di cuenta y volví a chocar contra la baranda. Me caí y me fracturé. Pero nunca perdí la conciencia. Gracias a Dios fue todo muy rápido. Enseguida la llamé a mi hija, vino con el coche y me llevó al Hospital Militar, por mi obra social. Eso fue a las 2 de la tarde, y a la mañana siguiente me estaban operando. Resolvieron ponerme un clavo en el fémur. La verdad que por los calmantes que me dieron casi no sentí dolor. Eso sí, en tantos años de ciclista, nunca me había pasado algo así. Tuve un par de caídas, pero ninguna tan fuerte como esta...».
Por más que D’Alessandro suele utilizar su silla de ruedas, también puede caminar con la ayuda de las muletas. Por ahora, cuenta, seguirá así hasta que el mes próximo visite nuevamente al médico y éste le indique cómo continuará su recuperación.
«EN EL FÚTBOL, NO ME METO»
Con relación a Newbery, quien es su presidente desde hace tanto tiempo, manifiesta: «En el futsal estamos luchando, como cada año. Estamos siempre ahí, vamos a ver hasta dónde llegamos esta vez. Siempre nos falta ese plus porque al final nos caemos. No sé si será un tema plantel corto. Quizás lo que falte es eso: tener dos o tres jugadores más de categoría, para conseguir más recambio. No sé, ojalá esta vez sea distinto».
El técnico de la primera, Pablo D’Alessandro, es justamente el hijo del presidente, quien de este modo se refiere a esa cuestión: «Yo no me meto en lo futbolístico. El resto de la Comisión es la que habla con Pablo de esos temas. Pero los muchachos creo que no tienen problema en que continúe. Más, sabiendo que es un chico que toda la vida estuvo en el club. El rechazó oportunidades de irse para no dejar Newbery. Y ahora que vamos a tener nuestra cancha, supongo que querrá quedarse a vivir acá».
A propósito de la construcción del nuevo estadio, D’Alessandro explica cómo está la situación: «Estamos haciendo el techo del gimnasio para agrandar la cancha. Las paredes también las estamos levantando. Con un poco más de ayuda de algunos socios y si Dios quiere, vamos a ver si para marzo la tenemos lista. Queremos empezar el próximo torneo jugando de local. Después, vendrá la reconstrucción de los vestuarios y otras cosas, pero lo principal es regresar a Jorge Newbery».
Volviendo al futsal, según el presidente, el hecho de ser permanentes animadores del certamen con presupuesto cero, representa un gran mérito: «Acá nadie cobra un peso. Los jugadores de primera hasta se tienen que pagar la combi. No sé en el futuro, pero hasta que no tengamos nuestro estadio, no se puede pensar en otra cosa. Plata que entra, va a la construcción: ¿De dónde salió el dinero para la obra? El gobierno porteño nos dio un subsidio. Con eso, más rifas, torneos y una buena administración, donde no se hacen locuras, de a poco vamos llegando. Ya sólo nos falta una pequeña suma».
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