Apenas 44 segundos faltaban cuando Persec estampó el 2-2 definitivo mediante la conversión de una sexta falta. Atrás, quedaban las alternativas electrizantes de un partido en el cual Argentinos estuvo siempre en ventaja, pero donde la mayor parte del tiempo fue encerrado por un rival que buscó el gol denodadamente. Lo halló recién sobre la chicharra, pero River no se fue conforme ya que creía haber hecho méritos como para llevarse los tres puntos, mientras los Bichitos también sufrieron una gran desilusión, después de haberse aferrado con uñas y dientes a una victoria que se les escapó por muy poco.
Al minuto de juego, D'Acri logró abrir el marcador penetrando en el área adversario y capturando un buen centro de Gil Dalcó. A partir de ese instante, surgiría una imagen repetitiva: River que presiona, pero que no la emboca; Argentinos que se repliega y que encuentra en su arquero Ríos (el titular Ranieri estaba suspendido) el estandarte de una resistencia heroica. No fue la única figura que tuvo el local. En su juvenil equipo también se destacaron el infatigable batallar de jugadores como Peloso, D'Acri, Alonso y Gil Dalcó, que consiguieron sostener un triunfo que debido al empuje del visitante, daba la impresión de que podría caerse en cualquier momento.
Aquel 1-0 fue el que le dio cifras al primer tiempo. Ni bien arrancó el segundo, Persec le dio el transistorio empate a los Millonarios. Sin embargo, Argentinos señaló el 2-1 sólo un minuto más tarde (penal convertido por D'Acri) y, a partir de allí, nuevamente la misma historia.
Los dirigidos por Ruscica se fueron con todo a campo contrario, pero a pesar de que generaron situaciones, la tarea de Ríos, su propia falta de puntería y hasta el travesaño, le negaron el gol una y otra vez. En tanto, Argentinos resistía y su gente sufría...
El condimento dramático del partido fue in crescendo, a medida que transcurrían los minutos y las infracciones. A 6' del final, ambos ya estaban en quinta falta. Y el tiempo pasaba... Parecía que a River se le escapaba. Pero sólo 44 segundos faltaban y la dupla Salvador-Aliende sancionó una sexta falta que protestó todo el equipo de Carfagna (antes, River también se había quejado de varios fallos arbitrales). Entonces, Persec apuntó y no falló, como instantes atrás sí lo había hecho D'Acri frente a Quevedo.
Talón final y reparto de puntos. Caras largas en unos y otros, reflejaron un sentimiento común: el punto, no dejó contento a ninguno.
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