Leonardo Barrios habla de su presente, de Racing, de la Selección y de los cambios en la actividad.
-¿Cómo te resultaron estos meses sin dirigir?
-Más allá de que me encanta dirigir y es mi pasión, me vino bien para descansar un poco. Desde que dejé de jugar (en 2006) no paré y no me quejo. Gracias a Dios hago lo que me gusta pero es mejor recargar pilas, así estoy preparado para 2017 Espero que sea con algún nuevo desafio.
-¿Tuviste contactos para volver a trabajar?
-Tuve reuniones con clubes y eso me motiva mucho. Ahora hay que analizar las propuestas y decidir qué hacer. Estoy agradecido a todos los que me llaman, mis respetos a los clubes y sus dirigentes.
-Racing está más cerca de zafar del descenso. ¿Cómo lo estás palpitando? (N. de la R: la nota se realizó pocas horas antes de la última fecha).
-Con mucha ansiedad. Ese es el objetivo que se planteó desde principio de año. No estoy presente por ciertas cosas pero todos los que somos parte de Racing queremos que se quede en la A. Estoy seguro de que los jugadores, el Cai (Martino), Paleta, Cristina, Roberto y Nacho (habla de los dirigentes) más los hinchas desean lo mismo. Todos merecen seguir en Primera por el esfuerzo que hacen y lo que se sufre estar en esa posición. Pase lo que pase este grupo de jugadores son lo máximo y su gente es única, al margen de las diferencias. Es el club del cual soy hincha y estoy en deuda con él.
-¿Cómo viviste la derrota con Independiente?
-Tengo gente amiga en los dos lados. Lo tomo como un partido que estaba en los planes poder perderlo. Sé lo que es Independiente Futsal. Seguro que a los que más les dolió fue a los jugadores y al cuerpo tecnico, pero el objetivo es otro y siempre habrá revancha. Fue un lindo espectáculo. Más allá de la derrota, eso es lo lindo de los clásicos. Aprovecho para agradecer a mi cuerpo técnico, el Pichi Calahonra, y el profe Manuel Teijeiro, que son personas enormes y unos profesionales de primera. Y a los jugadores, que pase lo que pase, dejaron todo y más. Los aprecio mucho y aguante Racing.
-¿Qué opinás de los cambios que se están proyectando para la actividad?
-Es lo que siempre se esperó o se soñó. Hay que avanzar.No podemos darnos el lujo de dejar pasar esta oportunidad.En lo que me toca como DT, opino que hay que dar lo mejor y estar a disposición para trabajar hoy más que nunca. Argentina es el campeón mundial. Hay que laburar cada uno donde le corresponda. Pero ni un paso más para atrás: vamos todos juntos para adelante.
-¿El futsal debe convertirse en profesional o tiene que seguir siendo un deporte amateur?
-Esto tiene que ir creciendo progresivamente para llegar al profesionalismo y que los jugadores vivan de esto. Pero pricipalmente que los técnicos vivan de esto. Así se puede crecer y ser potencia. Hay mucho por recorrer y estamos encaminados. Quienes se agregaron a la Comisión más Diego (Giustozzi) con lo que nos dio. La idea de incluir la festejo. Sé que lo vamos a lograr, que vamos a camino a ser profesionales todos. Eso me emociona y me motiva muchísimo.
-¿Cómo viviste el primer puesto en el Mundial?
-La verdad, muy emocionado. Lloré como nunca. Para los que vivimos este deporte como la vida misma es todavía más emotivo. A mí el futsal me devolvió la vida, cómo no emocionarse... Ver a esos muchachos dejando todo, fue algo que jamás voy a olvidar.
-Tuviste muchos elogios para con Giustozzi.
-Tengo muchos referentes pero él está arriba de todo. Tengo un sentimiento muy especial porque todo lo que dijo lo cumplió. Tiene unos valores impresionantes, que son los que yo también tengo y no vendo por nada. Nos llevó a la cima del mundo. A la generación mía, a la anterior y a las que vienen. Eso no tiene precio. Este fue el año clave del futsal. Y está la coincidencia que se llama Diego como Diego Armando, al que uno tiene como ejemplo futbolístico. Es una cosa de locos,me emociono si hablo de esto (se quiebra). Tiene una humildad que pocos tienen y sigue luchando para que crezca el fustal, ¿qué más podemos pedir? Ser campeón del mundo es único.
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