Gabriel Tancredi habla de su Lamadrid y de los nuevos tiempos que llegarían a la actividad.
¿Como definís el año de Lamadrid?
Como un gran año desde lo deportivo. Pudimos armar un equipo competitivo casi desde cero, solo quedaron 2 o 3 jugadores del plantel del año pasado y tuvimos que ensamblar uno nuevo. Desde lo técnico sabáamos que podía rendir pero desde lo funcional no podiamos pretender demasiado. Se formó un grupo maravilloso, con una unidad increíble. Están comprometidas 100 x 100 con el club y con ganas de aprender y formar un gran equipo.
-¿Qué faltó para pelear más arriba?
-Terminar el proceso de ensamble, transformar este grupo de individualidades en un gran equipo. Si tenemos suerte eso se verá plasmado el año que viene. Nos costó el arranque. Eso nos hizo estar relegados en el comienzo, y nos tocó sin dudas la zona más difícil. Hay cuatro equipos peleando el ascenso a solo dos fechas del final.
-¿Tenés confirmada la continuidad para 2017?
-Tuvimos charlas preliminares con los dirigentes y si bien nos pidieron cambiar algunas cosas la intencion es quedarnos a completar un trabajo que se inicio este año y que tiene como objetivo devolver a Lamadrid a primera. Es un club al que quiero mucho, ya son muchos años acá. Desde la epoca de Allende. Lamadrid es parte importante de mi vida y sufro cuando no salen las cosas, ojalá podamos cerrar lo que pretende el club para seguir.
-En 2015 estabas cansado y dejaste de dirigir ¿Hoy estás fuerte como para seguir mucho tiempo más?
-El grupo que armamos me devolvió las ganas. Hay una predisposición terrible y unas ganas de lograr objetivos que solo la tuve con Allende y un año acá,. Si bien las condiciones de trabajo en Lamadrid no son fáciles porque es un club donde todos ponen su grano de arena y no sobra nada, este grupo le puso el pecho y me devolvio las ganas de seguir. Ojalá podamos cristalizarlo con ascensos.
-¿Qué función tuvo el Chino Díaz?
-El Chino es un amigo que me dió el futsal, para mí, el mejor formador de jugadores, para inferiores no hay como él. No habia cerrado nada para 2016 y me llamó para ver si podía venir a colaborar. Se hizo cargo de la tercera y está conmigo como ayudante en primera. Es una gran persona y un excelente profesional. El número 1 en inferiores. Ojalá podamos seguir juntos. Tanto el plantel como yo consideramos que realiza un aporte tremendo.
-¿Qué opinás del momento que vive la actividad?
-Es el mejor momento de la historia de nuestro deporte, el Mundial es una muestra de eso. Lo conseguido por el cuerpo técnico y los jugadores es magnifico. Hay un antes y un después de Diego Giustozzi, le cambió la cabeza a los jugadores argentinos y a nosotros los técnicos. Es un profesional increíble, con una dedicación y un profesionalismo admirable. No vale la pena analizar el atraso que tuvimos con la conducción anterior, pero esto es fantástico y ojalá aprovechemos el espaldarazo que nos dio la Selección para instalarnos en la elite de futsal tanto en el torneo local como a nivel Selección.
-¿En qué sentido le cambió Giustozzi la cabeza a los jugadores y técnicos?
-A los jugadores les inculcó el trabajo responsable y les dió armas para jugarle de igual a igual a las potencias, los convenció que con trabajo se podía estar en el primer escalón. Ellos creyeron en su propuesta y se mataron para ejecutarla. A los técnicos les mostró cosas nuevas desde lo táctico y desde el trabajo, que se puede ir por más. Es humilde y escucha a todos, pero lo mas importante que esta seguro de sus convicciones y jamas se traiciona.
-¿Te gustaría que el futsal se profesionalice?
-Tengo una doble sensación, sé que hay muchos a quienes les gustaria vivir de esto y por ellos me parecería buenísimo. Pero soy un amante de los deportes amateurs, donde realmente se ve el amor y el sacrificio por ser cada día mejor. El profesionalismo llevaría a una histeria general donde lo único que serviría sería ganar y donde se necesitaría mucho ingreso de dinero. Por eso, la verdad que no sé de que lado me gustaría ver al futsal.
-¿Ustedes cómo se manejan con viáticos y premios?
-Acá no se paga ni un centavo a nadie, todo es sacrificio de los jugadores y de los que aportan para que podamos competir.
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