Diego Giustozzi: “Es momento de dar el salto de calidad y estoy tremendamente ilusionado”

-Otra nota Diego. ¿Cuántas llevás desde el Mundial?
-El motivo es válido. La cosa cambió, repercutió un montón el título. Pero bueno, todo esto que se generó y el hecho de que la gente te pide todo el tiempo es para bien. Esto es lo que todos habíamos soñado, así que vale la pena.
-¿Cuesta cumplir con todos?
-Sí porque tuve muchísimos pedidos. A nivel humano seguiré siendo el de siempre: mismos valores, misma sencillez. Pero soy sincero: a nivel profesional cambiaron cosas. Esto me sobrepasó, no me lo esperaba. Así que me estoy adaptando a tener que tomar decisiones afuera de la cancha así como las tomo adentro.
-¿Qué es lo que más cambió?
-Como entrenador nada. Lo que pasa es que mucha gente te pide tu presencia, que des charlas y un montón de cosas. Uno antes tenía un número normal de invitaciones y podía cumplir con todos. Pero ahora son tantos que es imposible. Yo tengo una vida personal y debo dedicarle mi tiempo también.
-¿Que sensación te produjo el reconocimiento de los técnicos en la sede de Caballito?
-Fue un muy lindo gesto y lo quiero agradecer especialmente. Lo que más valoro es el aprecio que siento de parte de mis colegas. Ellos obviamente aspiran a mi lugar porque todos buscamos el mismo objetivo, que es llegar a lo máximo. Entonces, eso podría generar celos, envidia, diferencias. Pero la relación que tenemos es espectacular.  Todos pueden venir al predio de Ezeiza, a ver partidos, siempre estamos en contacto. Y esta fue una manera de agradecer ese cariño y confianza que sentí desde el primer día. Este grupo de técnicos tan positivo es un gran patrimonio del futsal. 
-¿Qué es lo que más te sorprendió tras el Mundial?
-Que me reconozcan en la calle, en los restoranes, en cualquier lugar... es muy fuerte. Encima hace unos días fue la gala de los cien personajes del año de la revista Gente. Eso sí que nunca me lo hubiera imaginado. Creo que es un reflejo de lo que el futsal generó en el país, al igual que la visita al presidente o a cada gobernación que fuimos. Eso no es un logro mío, sino de todos los que fuimos partícipes de esto.
-¿Se podría dar una entrevista con el Pollo Vignolo?
-Nos debemos una charla. En su momento yo quise parar la polémica. Él tuvo su opinión y por lo poco que lo conozco, es alguien que ama lo que hace y a las personas de su entorno. Quizás porque le llegó una información errónea dijo lo que dijo. Él es así, y ser así también es positivo. Esto con diez minutos de charla, donde yo pueda explicarle la otra campana de lo que le dijeron, se soluciona. Somos parecidos, tenemos amigos en común y yo aprecio mucho a su club. 
-¿Y con Frino, café de por medio, también se podrían solucionar las diferencias?
-Creo que no. Tenemos maneras distintas de ser en la vida, y sobre todo, de ver este deporte. Yo trabajo por el bien común y él por su bien personal. Es muy difícil, la relación se rompió. Es cierto que él fue partícipe de una opinión positiva para que yo vaya a la Selección, que nos encontramos muchas veces y que estuvimos en partidos juntos, pero con el tiempo me demostró que lo que hizo no fue por el bien común. Al futsal yo lo amo y cuando uno lo utiliza para su beneficio personal y se siente superior al deporte, ya no tengo más nada que hablar. Ni con Frino ni con mucha otra gente. 
-¿Hay más personas con quienes tenés esas diferencias? 
-Yo no soy hincha de Frino ni de Giustozzi, ni de Ríos ni de Dupeillet, ni de Sanzi ni de nadie. Yo amo este deporte y si veo que se lucha por el bien común, apoyo en todo. Si lamentablemente veo que se rodean para su beneficio personal, y lo saben interiormente, la relación se terminó. Eso pasa mucho. Me molesta que haya gente que trabaja muy bien y no quieran sumarla. Pero no es que vamos a ser enemigos. Yo no odio a nadie. Cada uno trabajará por su lado y punto.    
-¿Qué opinás de la nuevos integrantes de la Comisión y los cambios que se están tratando de introducir?
-Es el momento de dar el salto de calidad y estoy tremendamente ilusionado. ¿Sabés que es lo peor de un líder? La inseguridad. Eso te lleva a no querer progresar. Pero yo acá veo a gente capacitada: Matías Rodgers, Jonathan Sanzi... gente que viajó por el mundo y quiere rodearse de los mejores por el bien del futsal. Hay cuatro o cinco puntos en los cuales trabajar y estamos en el buen camino.