Un ciclo terminó en Lamadrid. El descenso que dictaminó la AFA la semana pasada, al dar por terminado el partido con Hebraica por la Promoción -faltaban 41 segundos y el Carcelero, que en el partido de ida había perdido 3 a 0, ganaba 7 a 5- implicó que los de Villa Devoto deban regresar a Segunda después de once años. Su primer y último descenso, había ocurrido en 1999. Dos años después, en 2001, Lamadrid retornó a Primera de la mano de la familia Lavezzi. Luis, el padre, dirigía a la división superior, mientras que Fernando y Leonardo actuaban en ese equipo y a su vez gerenciaban toda la actividad.
En 2006 los Lavezzi se alejaron y el futsal fue conducido sucesivamente por Guillermo Freire, Federico Kiesel, Fabio Pérez, Diego Baliña, Martín Villar, Aldo Campos y, por último, Sergio Molina, quien también cumplía funciones dirigenciales.
"Yo presenté mi renuncia después del partido con Hebraica -señaló Molina-. No porque no estuviera conforme con el trabajo que estábamos haciendo, sino porque estaba realmente agotado. Para mí fueron dos años muy intensos".
Molina se desempeñaba además como gerenciador del futsal. En 2009 dirigió solamente las inferiores. Más adelante, se hizo cargo de la primera también: "Este año sólo quiero descansar y dedicárselo exclusivamente a mi familia y mi trabajo. Después, se verá. ¿Si me gustaría volver a dirigir? Claro. Más allá del futsal, hace doce años que lo hago. Para mí esto es una pasión, aunque por el momento tengo otras prioridades".
En relación al descenso de Lamadrid, lamentó la situación y pese a que no ocultó su malestar por los sucesos ocurridos en la revancha, hizo hincapié en el encuentro de ida: "Creo que ahí se nos esfumaron gran parte de las posibilidades. No era un partido para perder por tres goles de diferencia el de Pilar. Y unos días más tarde en 17 de Agosto, pasó lo que pasó. Pero bueno, ya está. No es cuestión de seguir dándole vueltas al asunto. Ojalá que la gente que llegó al club tenga la mejor de las suertes y Lamadrid pueda subir otra vez", concluyó.
Ahora, es el turno de Gabriel Tancredi, nuevo técnico carcelero tras la traumática experiencia que le tocó padecer con Allende a fines de 2010. Tancredi no se mudó de barrio, pero será la primera vez en su vida de futsal que dirija a un equipo que no es el Tricolor, dado que allí arrancó su carrera, en 2004.
No hay comentarios:
Publicar un comentario