14 PREGUNTAS A...

Hoy: Javier Arce

Fue un símbolo de San Lorenzo pero se retiró en Huracán. Su carrera estuvo signada por las lesiones, pero a los 34 años, no descarta un regreso. Nació y sigue viviendo en Fuerte Apache. «El barrio está tranquilo», dice.

1) Te retiraste hace dos años. ¿Qué es de tu vida?

A la mañana trabajo en la mesa de entradas del foro laboral de Tribunales. A la tarde sigo vinculado al fútbol: estoy dirigiendo en un club de baby de mi barrio, Caballito, de Ciudadela, con el proyecto de entrar al futsal con ese mismo club.

2) ¿Recordás tu último partido?

Sí. En Huracán, contra Hebraica. Me lastimé el tobillo y largué. Pero la decisión no la tomé por la lesión. Fue porque ya no me convencía entrenar hasta tan tarde, teniendo que levantarme a las 5 y media. Además, quería compartir más tiempo con mis hijos.

3) ¿Qué sentiste al retirarte?

Fue raro, sobre todo porque yo estoy muy identificado con el clásico rival. Pero en San Lorenzo no lo tomaron mal porque saben que yo soy hincha de Chacarita. Igual, al club le tomé un cariño enorme. Hasta mi señora, que era de Boca se hizo del Ciclón. Y ni hablar de mis hijos.

4) ¿Por qué terminaste en Huracán?

Los que en su momento me llevaron confiaban en hacer un proyecto y a mí me servía económicamente. En San Lorenzo justo me habían dicho que yo no dirigiría más en las inferiores. En Huracán podía hacerlo y jugar al mismo tiempo. Lástima que duró poco.

5) ¿Tu carrera podía haber durado más si no hubiera sido por las lesiones?

Sí. Pero que haya largado pasó más por la cabeza. Hoy estoy bárbaro. Hace poco jugué un partido para mi club y hasta el técnico rival me dijo que estoy loco, por dirigir en vez de seguir jugando.

6) ¿Cuál fue la lesión que más sufriste?

La del 2005. Me rompí el ligamento cruzado de la rodilla derecha. Me tuvieron que hacer el motor de nuevo (risas). De esa operación quedé no diez puntos, sino veinte. Pero después también tuve muchos problemas con el menisco de la rodilla izquierda. De esa también me operaron y por no haber hecho una buena recuperación, me lesionaba muy seguido.

7) ¿Hay posibilidades de que vuelvas?

Unos días atrás hablé con el profe Malerva, de San Lorenzo. Es alguien al que aprecio muchísimo y le dije que si alguna vez decido volver, quiero que sea en el Ciclón. Me contestó que en ese caso, él se ocuparía de ponerme bien a punto físicamente. La verdad que al futsal de AFA lo amo y se lo extraña...

8) ¿Entonces hay chances?

No sé, no es facil. Mi señora y mis hijos me insisten. Sería muy lindo, más que un sueño para mí.

9) ¿Seguís viviendo en Fuerte Apache?

Sí. Perdí a mi vieja a principio de año y quería mudarme, pero me hablaron mis hermanos y me convencieron para que me quede cuidando la casa de mamá.

10) ¿Cómo está el barrio actualmente?

Muy tranquilo, porque desde hace algunos años lo controlan los gendarmes. Hubo otras épocas que fueron más difíciles.

11) ¿Por ejemplo?

Y... antes de noche no se podía andar. Había dos o tres banditas que no se podían ni ver. Se agarraban a los tiros y si por ahí uno estaba en el medio la ligaba. Lamentablemente muchos inocentes perdieron la vida así.

12) ¿Cómo hacías cuando llegabas de entrenar?

Yo salía de San Lorenzo a las 12 y volvía a casa a la una. Tenía que cruzar todo el barrio. Pero la gente sabía lo que uno hacía y no tuve problemas. Es más, algunos me felicitaban por la vida que llevaba. Si hacés las cosas bien, la vida te recompensa. Yo siempre supe por dónde andar.

13) ¿Te tocó pasar por episodios complicados?

Sólo una vez. Venía caminando con mi mamá y un chico que estaba muy drogado me pidió dos pesos. Le dije que no tenía y me robó el reloj. Se lo di para la tranquilidad de mi vieja, no por haber tenido miedo.

14) Y por tu familia, ¿no tenés temor?

Mirá, hay algunos chicos con los cuales hasta el día de hoy mantengo una amistad y sé que quizás anden en cosas raras. Ellos mismos te dicen: «Cuidado acá, cuidado allá». El Fuerte es peligroso, pero ahora el peligro está en todos lados. En la puerta de tu trabajo, en la parada del colectivo... En cualquier parte te puede pasar algo. Argentina no te ofrece ninguna seguridad.