Mauricio Rodríguez es el máximo artillero del torneo. Curiosamente, años atrás el rótulo de goleador era de su hermano Ignacio. Previamente al encuentro con Racing (que Juvencia ganó) dialogó con La Voz del Futsal.
Mauricio Rodríguez es el actual goleador del campeonato de
Primera División. Acaba de cumplir 25 años y juega en
Juvencia, desde que el club arrancó en AFA, en 2006. La
fecha pasada, su club cayó como local ante América. «Fue un
partido atípico -asegura-, no tuvimos una buena noche y en
los primeros minutos nos encontramos 3-0 abajo. Ellos son
un equipo que hace las cosas de manera simple, mientras que nosotros no supimos resolver la situación».
A continuación, indica que a pesar de tener apenas cinco unidades, Juvencia «está para salir de mitad de tabla para arriba, porque tenemos un buen plantel y más allá de que los últimos resultados no se nos dieron, le hicimos fuerza a todos los rivales. Sólo falta que un par de compañeros le tomen la mano al ritmo del futsal. Si se da eso, hay material para estar, seguro, entre los seis mejores. La tabla del descenso, ya no la miramos».
A propósito de su excelente momento personal, indica: «Yo estoy muy bien. Es un muy buen año, quizás el mejor de mi carrera. El sacrificio que hago durante la semana, se está
reflejando en los partidos». Si bien el gol no le había sido ajeno, Mauricio nunca había estado arriba en la tabla. «Nunca me lo hubiera imaginado. Yo siempre jugué igual, lo que pasa
es que ahora se me está abriendo el arco», explica, e intenta restarle importancia a la cuestión, elogiando a sus compañeros:
«El equipo hace las cosas como para que uno pueda convertir y tal vez mi mérito sea estar más tranquilo a la hora de definir».
Lo curioso de la situación, es que con anterioridad, el goleador del equipo (y hasta de algún torneo completo) era su hermano Ignacio, a quién en este Apertura le está costando hallar el camino hacia la red. «Nacho es una masa, mi hemano es un amigo -comenta con efusividad-. Con él hacemos chistes sobre ese tema. Ahora apostamos un par de zapatillas, para ver quién es el que hace más goles. Vamos a ver si me alcanza. Parece que no (N. de la R:
Mauricio marcó doce e Ignacio, sólo uno) pero según él, me está dando ventaja. No, en serio, ojalá se le empiece a dar el gol porque es un fenómeno y un jugador de la p... madre. El equipo lo necesita mucho».
Acerca de los motivos por los cuales su hermano no convierte como antes, explica: «Le está dando más bolilla a la marca y lo está haciendo muy bien». Los hermanos se llevan ocho años de diferencia: «El es mayor, pero igual nos llevamos bárbaro. Vivimos juntos y charlamos
un montón. El me aconseja dentro y fuera de la cancha».
El menor de los Rodríguez cuenta cómo es la relación con su técnico: «Con Fabio Pérez el trato es bárbaro. Ahora hay más confianza que el año pasado. El es un muchacho de barrio y eso favorece el vínculo».
Muy identificado con Juvencia, Mauricio, no obstante, no ve con malos ojos la posibilidadd de emigrar en algún momento: «En este club me crié pero estaría bueno pasar a otra institución y sería hermoso irme afuera. Siempre se rumorea algo con respecto a eso, aunque la verdad es que ofertas concretas, nunca llegaron».
Primera División. Acaba de cumplir 25 años y juega en
Juvencia, desde que el club arrancó en AFA, en 2006. La
fecha pasada, su club cayó como local ante América. «Fue un
partido atípico -asegura-, no tuvimos una buena noche y en
los primeros minutos nos encontramos 3-0 abajo. Ellos son
un equipo que hace las cosas de manera simple, mientras que nosotros no supimos resolver la situación».
A continuación, indica que a pesar de tener apenas cinco unidades, Juvencia «está para salir de mitad de tabla para arriba, porque tenemos un buen plantel y más allá de que los últimos resultados no se nos dieron, le hicimos fuerza a todos los rivales. Sólo falta que un par de compañeros le tomen la mano al ritmo del futsal. Si se da eso, hay material para estar, seguro, entre los seis mejores. La tabla del descenso, ya no la miramos».
A propósito de su excelente momento personal, indica: «Yo estoy muy bien. Es un muy buen año, quizás el mejor de mi carrera. El sacrificio que hago durante la semana, se está
reflejando en los partidos». Si bien el gol no le había sido ajeno, Mauricio nunca había estado arriba en la tabla. «Nunca me lo hubiera imaginado. Yo siempre jugué igual, lo que pasa
es que ahora se me está abriendo el arco», explica, e intenta restarle importancia a la cuestión, elogiando a sus compañeros:
«El equipo hace las cosas como para que uno pueda convertir y tal vez mi mérito sea estar más tranquilo a la hora de definir».
Lo curioso de la situación, es que con anterioridad, el goleador del equipo (y hasta de algún torneo completo) era su hermano Ignacio, a quién en este Apertura le está costando hallar el camino hacia la red. «Nacho es una masa, mi hemano es un amigo -comenta con efusividad-. Con él hacemos chistes sobre ese tema. Ahora apostamos un par de zapatillas, para ver quién es el que hace más goles. Vamos a ver si me alcanza. Parece que no (N. de la R:
Mauricio marcó doce e Ignacio, sólo uno) pero según él, me está dando ventaja. No, en serio, ojalá se le empiece a dar el gol porque es un fenómeno y un jugador de la p... madre. El equipo lo necesita mucho».
Acerca de los motivos por los cuales su hermano no convierte como antes, explica: «Le está dando más bolilla a la marca y lo está haciendo muy bien». Los hermanos se llevan ocho años de diferencia: «El es mayor, pero igual nos llevamos bárbaro. Vivimos juntos y charlamos
un montón. El me aconseja dentro y fuera de la cancha».
El menor de los Rodríguez cuenta cómo es la relación con su técnico: «Con Fabio Pérez el trato es bárbaro. Ahora hay más confianza que el año pasado. El es un muchacho de barrio y eso favorece el vínculo».
Muy identificado con Juvencia, Mauricio, no obstante, no ve con malos ojos la posibilidadd de emigrar en algún momento: «En este club me crié pero estaría bueno pasar a otra institución y sería hermoso irme afuera. Siempre se rumorea algo con respecto a eso, aunque la verdad es que ofertas concretas, nunca llegaron».
LOS (CUATRO) RODRIGUEZ
Hasta el año pasado,sólo los hermanos Ignacio y Mauricio Rodríguez jugaban en la primera de Juvencia. Pero en este 2011 se agregaron dos más, sin ningún parentesco con ellos. Se trata de Ramiro y Angel. El primero jugaba en la tercera de Juvencia, siendo promovido este año al plantel superior. El segundo, tiene 22 años y un pasado en San Lorenzo en campo. Inclusive
llegó a actuar en una selección juvenil hace tiempo. Pero dejó el fútbol y tras un par de temporadas de inactividad, fichó para los de Tapiales. Según Mauricio, “son dos
excelentes jugadores. Ya le están tomando la mano al futsal y pronto van a dar que hablar”.
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