«Estaba además la posibilidad firme de sumarme a Country de Banfield (club al que le estoy muy agradecido y en especial a su DT Facundo de Lellis), pero mi intención era la de jugar en la A, consideraba un desafío participar de la máxima categoría», indica Morales, quien es uno de los jugadores que en 2011, salió campeón con Barracas Central. «La verdad que sigo triste por haber tenido que dejar ese equipo. Fue una pena como se dieron las cosas, yo siempre me mantuve al margen de la situación, pero de lo que estoy seguro es que ese grupo se merecía estar en la A y participar aunque sea un año. De mi parte, le estoy agradecido a Leo Barrios y a su cuerpo técnico, como también a Daniel Ramos y al Chiqui Tapia. Conmigo todos se portaron fenómeno».
Seis de sus ex compañeros recalaron en Racing. Por eso, no deja de llamar la atención que no haya sido la Academia el destino de Morales: «No se dio -explica-, muchos de mis ex compañeros compartieron cancha con Cai Martino y eso fue fundamental para que los chicos vayan ahí. Yo hace muy poquito que estoy en el Futsal y no compartí esos momentos; por lo cual no conoce mi formación y es normal que no me haya querido. Igual es una suposición, quizás no me vio condiciones o simplemente eligió a otros, yo estoy feliz en Independiente».
A propósito de los Diablos Rojos, opina: «Encontré un gran grupo humano, muchos proyectos de grandes jugadores como Mambrín, Quetgla y Papa y un cuerpo técnico muy comprometido que tiene muy claro los objetivos para corto, mediano y largo plazo. Además de uno de los mejores arqueros argentinos como Emiliano Loreto. ¿Expectativas? La realidad es que todos somos conscientes de la situación en la que arrancamos el torneo, la idea es lograr un buen colchón de puntos que nos permita asentarnos en primera y luego sí aspirar a un objetivo mayor».
Acerca de sus características futbolísticas, Morales se autodefine como «alguien que principalmente trata de ser lo más profesional y responsable posible, aunque el deporte no lo sea; soy zurdo, normalmente juego de pivot, si bien mi desafío es poder desempeñarme en cualquier lugar de la cancha. Como todos los pivots trato de hacer goles pero también me gusta ser asistidor. Supongo que soy un jugador correcto que trata de adaptarse cada día más al futsal»
Si bien su llegada a eset deporte se produjo de grande, el nuevo refuerzo «rojo» posée una historia vinculada a las inferiores xeneixes: «En futsal arranqué de chiquito, en la escuelita de Boca, donde tuve a Monzón y a Parrilla como técnicos. Pasé a otra categoría con Gabastón y el Tola Artero (jugué con varios chicos que hoy todavía siguen, como Gorza, Bruzzone y G.onzalo García) pero me aburría un poco; entonces decidí probar suerte en fútbol de campo. Pasé por Huracán, Platense y Excursionistas, donde tuve la chance de estar en primera. A los 20 años me frustré por diversas situaciones propias del fútbol y decidí darle prioridad al estudio (soy periodista deportivo) por lo cual dejé de jugar».
No obstante, dos años atrás se reintegró a la disciplina: «En el 2010 me llamó mi amigo Juan Collazo (ex jugador de Barracas y me comentó que estaba jugando en el Sportivo. Me preguntó si me quería sumar y me copó la idea. Al principio, Barrios no me quería porque yo no era jugador de futsal como él prefería y Dani Insaurralde -su ayudante- me dio una mano bárbara. Me quedé y ese campeonato terminé jugando la final por la Promoción con Hebraica, que perdimos 4 a 2. Posteriormente, continué con el proyecto de Leo en Barracas Central y por suerte logramos el objetivo que todos anhelábamos y que se nos había escapado hacía poquito»
Por último, Morales indica que sus expectativas son «las mejores. Tomo el futsal como un hobby pero también con una gran responsabilidad. Trataré de demostrarme a mí mismo que estoy apto para jugar en primera división, ése es mi principal objetivo. Después se verá».
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