All Boys, Ferro, Lamadrid, Hurlingham, Sportivo Barracas... Todos esos clubes forman parte del extenso currículum del Toti Franzone, quien acaba de cumplir 30 años. Todavía fichado para el Sportivo, sin embargo, esta temporada comenzó a verla desde la tribuna debido a una complicada lesión que lo tiene a maltraer desde hace varios meses: «Me rompí el ligamento interno y tengo mucho dolor en la rodilla. Lo único que hago es jugar en Veteranos para All Boys, pero a nivel competitivo no puedo. Fue grave lo que tuve: fui a trabar muy desarmado con la pierna menos hábil. Me la llevaron para atrás y además de la lesión ligamentaria, se me aplastó un menisco, que es lo que más me duele. El médico me dijo que no es operable, pero llevo más de 20 sesiones de kinesiología y no se me pasa».
-¿Con los veteranos sí estás en condiciones de jugar?
-Y... sí, porque es otro nivel. Jugás al trote... Si tengo que dejar una pelota la dejo. Pero en AFA tenés que poner todo. Y si hoy yo llego a trabar una pelota, no juego nunca más al fútbol. Tengo muy floja la pierna.
-¿Hay posibilidades de que te recuperes?
-Trataremos... Le voy a meter más fuerza que nunca, con kinesio y gimnasio, para ver si por lo menos puedo volver en el segundo semestre. El tema de jugar me tiene loco, es lo que más me gusta.
-¿Hablaste con la gente de Barracas?
-Charle con Gastón Maddoni, que es un fenómeno. Me dijo que igual me tenía en cuenta. Que me tome esto con tranquilidad. Que resuelva lo de la lesión y otros problemas que tengo, y después el que esté mejor, va a jugar.
-¿Tenés otros problemas que también son graves?
-Estamos atravesando por muchos problemas familiares. Hay una racha bastante negativa. Hasta el tema de la última inundación me tocó...
-¿En qué medida te afectó?
-Yo vivo en Floresta. El día de la lluvia estaba durmiendo y mi novia me despierta, diciendo que hay feo olor. Cuando me bajo de la cama, intento pisar y se me hunde el pie en el agua, que estaba entrando por las cloacas. Se mojó todo aunque no tuve que tirar nada. Pero la luz se cortó por seis días y justo había llenado la heladera. Perdí unos 1500 pesos en mercadería.
-Pero te salvaste de cosas peores.
-Sí. Pude haber muerto electrocutado. Tengo la mala costumbre de dejar una zapatilla enchufada debajo de la cama. Si cuando pisé no hubiera estado cortada la luz, no la contaba.
-Mencionaste algunos problemas familiares.
-El año pasado a mi viejo lo operaron del corazón. Ahora de salud, está mejor. Y en lo laboral, pelándola. La empresa familiar, en la que yo también trabajo, se fundió y estamos luchando para salir a flote todos juntos. Hoy por hoy, se trata de seguir para no dejar sin trabajo a los empleados.
-¿Encima te peleaste con tu novia?
-Sí, enseguida después de la inundación. Pero parece que la situación se está resolviendo. Si todo va bien, vamos a volver a estar juntos por mucho tiempo. Lo principal es que hay mucho amor.
-¿Cuánto hace que estabas en pareja?
-Un año y medio. Y hace un año y cinco meses que nos fuimos a vivir juntos.
-¿Tan pronto se dio eso?
-Es que nos conocimos y el primer día, ya no nos queríamos separar. Vivíamos muy lejos uno del otro y no tenía sentido. Le dije que se venga conmigo y al mes ya estábamos en mi casa, junto con el hijo de ella de 8 años.
-¿Qué reflexión se te ocurre acerca de todo esto?
-Que vinieron todas la malas al mismo tiempo. Pero también dicen que todo pasa y después de la tormenta sale el sol. Así que esperemos que salga con todo.
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