agosto 25, 2008

EL GLOBO Y EL ROJO QUEDARON A MANO


Imágenes del empate en cuatro entre Huracán e Independiente.Arriba: Quetgla enfrenta a Espigares. Abajo: el abrazo entre Loreto y Maradei –tapado-. Ambos fueron importantes figuras del cotejo.

El numeroso público que llegó hasta Patricios, probablemente, se haya retirado con diversas sensaciones. Pero lo seguro, es que el aburrimiento no fue una de ellas, ya que Huracán e Independiente protagonizaron un partido vibrante y repleto de situaciones de gol. Quizás si se hiciera un exhaustivo recuento, la visita hubiera salido ganando, porque especialmente en el complemento tuvo muchas ocasiones frente a la valla muy bien defendida por Villaggi. No obstante, el local apostó a la contra y a través de ella también tuvo las suyas, lo que propició que Loreto se convirtiera en otra de las figuras que tuvo este atractivo encuentro.
Al minuto de juego, D’Otolo inauguró el marcador para los Rojos. El Globito lo dio vuelta con goles del reaparecido Maradei (a los 6’) y Walter Soto (a los 7’). A los 15’ igualó Souto y a los 16’ Civale puso el 3-2 con el cual terminó el primer tiempo. Sobre el final, el equipo de Meles pudo haber aumentado dos veces por el camino de la sexta falta. Pero Loreto contuvo ambos remates: el primero a Maradei y el segundo, a Díaz.
A los 8 segundos del complemento Poggio aprovechó que sus adversarios todavía estaban “en el vestuario” y estampó el 3-3 que no se movería durante una buena parte de ese período. Desde esa igualdad parcial, se vio lo mejor de Independiente en materia de volumen de juego, pero no de definición. Porque a la creación de gran cantidad de situaciones de riesgo, se opuso la excelente tarea de Villaggi y la falta de puntería de sus propios hombres. Entretanto, Huracán llegó algo menos, pero cuando lo hizo, el arco custodiado por Loreto, también sufrió sofocones.
Por eso, no resultó tan extraño que sobre los 11’, fuera el local quien volvía a ponerse arriba, con un gol de López Villalba. Sin embargo, sólo un minuto después, D’Otolo consiguió –mediante un bonito gol- el empate definitivo. Pese a que restaban aún casi diez minutos, no hubo más gritos de gol. Independiente se apoderó de la iniciativa, pero su dominio no se tradujo en el marcador. Oportunidades no le faltaron y hasta contó con un disparo de sexta falta –a los 15’ Giles lo tiró desviado-, mientras Huracán, bien manejado por Maradei, aguardó agazapado y listo para noquear de contra, aunque a medida que los minutos corrían, empezó a ver el empate con mayor agrado. Al final, logró su meta de seguir sumando para alimentar su flaco promedio. En cuanto a Independiente, se lamentó por el hecho de haber resignado dos puntos valiosos en su lucha por el título, aunque también, se retiró con la satisfacción de haber hecho todo lo posible.
Como feliz conclusión, el público premió a ambos con un justiciero aplauso.

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