El pibe rubio que aparece en la foto se llama Lucas Pozzi. Juega en la séptima de Atlanta. Podría ser un jugador como cualquier otro. Pero hay algo que sin dudas lo distingue entre los miles de chicos que practican futsal. Lucas es sordomudo. No obstante, su dificultad para comunicarse no le impide jugar de manera normal. Entre sus compañeros, sí es uno más. Su técnico, el profe Gudiño, habla con él a través de señas. Por supuesto, cada vez que Atlanta pide minuto Lucas no entiende como el resto del equipo, aunque de todas formas participa de las mismas, quedándose en el sitio de la charla.
Según la dirigencia bohemia, lo aceptaron porque más allá de los resultados, lo que importa en las categorías más pequeñas es darle a los chicos del club un espacio de contención.
Desde aquí, aplaudimos la actitud de Atlanta y felicitamos a Lucas por su esfuerzo y valentía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario