Más allá de lo futbolístico, donde Pinocho se alzó contundentemente con un triunfo incuestionable, el partidazo que ofrecieron la noche de ayer con Boca, dejó bastante tela para cortar. A continuación lo analizamos:
GOLAZOS PARA APLAUDIR.
Los cinco goles del local tuvieron una concepción notable. CAda uno con su estilo, todos causaron admiración. El primero, convertido por Elías no resultó una joya en cuanto al juego, pero sí impactó por la violencia del disparo del arquero pinochista, que recibió el balón en un corner y fusiló a Guisande de tal manera, que cuando su colega intentó reaccionar la pelota ya dormía en la red.
El segundo fue un impecable zurdazo de media vuelta de Riente, que también sorprendió al guardavalla xeneixe. El tercero lo hizo Chianelli, picándosela a Guisande desde un ángulo muy cerrado. Una verdadera obra de arte que maravilló a la hinchada local y hasta los hinchas de Boca reconocieron.
El cuarto, coronado por Germán Corazza tuvo gran mérito en Elías (en la jugada previa, muy polémica, los visitantes se quedaron reclamando penal), que salió rápido del área, habilitó a su compañero y éste definió con precisión. El quinto tuvo connotaciones similares, pues también Elías -de mérito enorme- fabricó la acción previa desde su área. En esta ocasión la pelota terminó en los pies de Benes, quien con su acostumbrada categoría la empujó al gol.
DIRIGENCIA A PLENO
Jugadores y técnicos de otros equipos, en buen número, no quiseron perderse el gran partido. Y también la Comisión de Futsal estuvo representada por nada menos que cinco integrantes: el vice Mauricio Catelani, Pío Fernández (Ferro), Marcelo Pholi (River), Daniel Russomano (LAmadrid) y Oscar Ríos, que obviamente concurrió junto al plantel xeneixe.
LA "12" EN EL FUTSAL
En el sector visitante, Boca estuvo apoyado por una inusual cantidad de público, que aportó colorido y colmó sus instalaciones. Pero no era la gente que asiduamente concurre al futsal sino una fracción de la famosa "Número 12". Más allá de haber alternado su aliento con insultos y cargadas a los jugadores rivales (al Pato Benes, especialmente, lo tomaron de punto) y de alguna provocación que molestó a la gente de Pinocho a la salida, los "chicos", en líneas generales, se comportaron de manera correcta. Como en el sector local festejaron sobriamente, la noche de Villa Urquiza culminó en paz.
BUENA ACTITUD DE GUISANDE
Cuando Pinocho marcó el cuatro gol todo Boca protestó una supuesta mano de Riente en la jugada previa. Como el gol prácticamente definía las cosas a favor del local, los reproches hacia la dupla Bais-Seco fueron enérgicos. Allí, se temió que los incidentes se propagaran pero afortunadamente se trató de una falsa alarma. El arquero Guisande contribuyó de manera valiosa a que la calma regresara, pues rápidamente se interpuso entre algunos hinchas inquietos y el árbitro, tranquilizando los ánimos. Y todo volvió a la normalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario