En el ojo de la tormenta. Alberto “KIke” Ocampo se comunicó con La Voz del Futsal hace algunas horas, con el objetivo de pedir un espacio en el cual dar a conocer su pensamiento sobre los incidentes producidos el miércoles en Pinocho-Independiente. El técnico de los Rojos también nos envió la foto que ilustra esta nota, donde aparece con su pómulo visiblemente inflamado luego de la pelea.
“Después de agraviarnos todo el partido, la hinchada de Pinocho le empezó a pegar a los jugadores en el pasillo que conduce a los vestuarios”, relató Ocampo. “Yo soy un tipo pacífico pero al ver como les estaban dando tuve que intervenir para defender a mi plantel. Ahí fue donde recibí el golpe que me dejó la cara como se ve en la foto”.
El entrenador continuó de esta manera: “Después de la pelea no había nadie en el club. No nos ayudó ni la policía ni la dirigencia local ni los árbitros (Ghibaudi fue el juez principal). Tuvimos que llamar al 911 e ir hasta la comisaría para hacer la denuncia por lesiones. Terminé en una clínica, sacándome placas en la cabeza, en la mano y en las vértebras, más una tomografía computada. Tomé antiinflamatorios. Además me hice ver por un médico legista de la policía. El jueves, perdí el día entero de trabajo. Eso y los gastos, a mí ¿quién me los paga?”
Si bien Ocampo manifestó que los jugadores y el cuerpo técnico adversario no intervinieron, también se mostró molesto “porque nadie se preocupó para ver cómo yo estaba. Espero que no vuelva a ocurrir más algo así y que las autoridades de Pinocho tomen medidas con la gente que hizo todo esto”.
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